La
Xirgu era un poco supersticiosa. Tejer, hacer ganchillo, hacer media, hacer punto
... en el camerino eran actividades que no quería ver, aunque la superstición
exacta sea que si una embarazada hace media le nacerá el hijo con una vuelta
del cordón umbilical en el cuello o que no se puede tejer en los camerinos
de los teatros de música lírica.
Tampoco
pasaba por debajo de una escalera, no tomaba mucho zumo de limón, impedía
que cayera sal al suelo, no abría un paraguas bajo techo dentro de una
casa, no quería que ningún actor o actriz saliera al escenario con
una prenda de vestir amarilla ...
Pero
la superstición más arraigada en la Xirgu fue no viajar nunca, sin
una foto de las actrices que admiraba: Eleonora Duse y Maria Guerrero López.
Muy principalmente de ésta última de la que tenía varías
fotografías dedicadas y que siempre ponía en un sitio destacado
de su camerino.
Maria
Guerrero
Eleonora
Duse
Margarita
conoció a Eleonora Duse, la actriz italiana, la enamorada del poeta D'Annunzio,
en 1.923 en la Habana, en el Hotel Inglaterra donde se alojaban, después
de que la Xirgu le regalara rosas blancas, las preferidas de la Duse.
Con
Maria Guerreo la amistad fue muy fuerte hasta su muerte el 23 de enero de 1.928
y continuó con su viudo el actor aristócrata Fernando Díaz
de Mendoza, Marqués de Fontanar, Conde de Balazote y Señor de Lalaing.
Algunos
textos han estado extraídos de la biografia:"Margarita Xirgu y su
teatro" y "Margarita Xirgu.Una biografía"de Antonina Rodrigo
y de Viquipèdia