33.QUERIDA
POR TODOS
Los públicos
catalán, español y de América, así como también
toda la crítica, la amaron, o por lo menos la adoraban. Todos los autores
también, cómo se demuestra en la 11ª Vivencia: "Que han
dicho de la Xirgu".
Sus compañeros actores y actrices, como también
sus alumnos lo adoraban, ignorando: su estricta disciplina, su exigencia con el
compromiso teatral, su crítica despiadada y su ética teatral que
le hacía decir: "la única falta permitida en un ensayo o una
función, es la que se justifica con el certificado de defunción
propio". Compartió el escenario con sus alumnos; algunos dicen que
recibieron su magisterio -sin ser verdad- como carta de presentación. Mantuvo
una excelente relación en toda su vida con sus ex-compañeros, de
las diferentes compañías a las que había pertenecido.

Margarita
Xirgu dando clase en 1.950. Despedida de los ingresados como a primera generación
en el EMAD. De izquierda a derecha, primera fila: Betti Doré, Estela Castro,
Nelly Mendizábal, Juan Jones, Nelly Antúnez y Mery Greppi. Segunda
fila: Eduardo Proust, Orlando Tocce, Walter Vidarte, Gladis Aquino, Estela Medina
y Armen Siria. De pie: Adhemar Rubbo y Dumas Lerena. Al fondo el portero del EMAD
el Sr. Tolbe.
Foto EMAD
Impulsó
el teatro memorizado, suprimiendo el apuntador, sustituyendo las bambolinas para
la iluminación, utilizando escenarios desnudos, utilizando la escenografía
en lugar de los telones y utilizando vestuario a medida de la época y del
lugar. Interpretó personajes que se alejan de sus opiniones incluso religiosas.
Enseñó a decir el verso castellano, sin declamarlo.

Margarita
Xirgu en Logroño en las fiestas "mateas" en 1.915
Hizo conocer a García Lorca, a Alberti, a Casona,
a Camus...trascendiendo de su condición de actriz para convertirse en una
intelectual del teatro. Puso el prestigio, su ascendiente sobre el público,
al servicio de una ideología, de una sensibilidad.

Retrato de Juan Antonio Benlliure de 1928 poco favorecedor de Margarita Xirgu, protagonitzando "Cristalina" de los hermanos Álvarez Quintero, del Museo del Teatro de Almagro
Cedía
los aplausos del público a los autores. Muchas veces dijo: "Estos
aplausos no son para mí, son para mis poetas muertos". Asumió
conscientemente su destino como actriz para aportar su contribución al
enriquecimiento cultural de los países de habla hispana y para honrar la
memoria de Federico García Lorca.
Fue desprendida y desinteresada. Con
ella llegaron a Montevideo sus vestuarios de "Medea", "Salomé",
"La Celestina", "Juana de Arco" ', "Romeo y Julieta",
Bodas de sangre"...que más tarde sus alumnos utilizaron en las mismas
obras.
Fue admirada y estimada por sus compañeros de otras compañías,
como lo demuestra esta petición del 31 de enero de 1.935: "Los compañeros
que se hallan trabajando a las mismas horas en que usted representa "Yerma"
de García Lorca, saben por muy diversas referencias que este poema destaca,
indiscutiblemente, de nuestra contemporánea producción. Por ello,
¿sería mucho pedir a su ilustre compañera Margarita Xirgu
nos dedicara, a costa de su personal esfuerzo, una representación a hora
no intempestiva?".
Dos días después a las dos de la madrugada,
se celebra en el Teatro Español de Madrid una función especial de
"Yerma". El teatro se llenó de actores, actrices, autores, escritores,
críticos, entre otra gente del mundo de la farándula. Al subir el
telón estalla una gran ovación, que se prolongó durante toda
la representación. Después del segundo acto, Federico García
Lorca lee unas cuartillas combativas, en las que define la pobreza del pueblo
cuándo no sabe apreciar la escuela y la tribuna libre del teatro. El poeta
había hecho reservar un palco para las actrices veteranas, célebres
y menos célebres que se abanicaban furiosamente recordando sus glorias
pasadas. Con ternura y galantería, les dice: "Gracias también
a vosotras, por lo que os debemos; a vosotras que habéis seguido siendo
grandes y bellas. Yo no hablo esta noche como autor ni como poeta, ni como estudiante
sencillo del rico panorama de la vida del hombre, sino como ardiente apasionado
del teatro de acción social. El teatro es uno de los más expresivos
instrumentos para la edificación de un país, y el barómetro
que marca su grandeza o su descenso. Un teatro sensible y bien orientado en todas
las ramas, desde la tragedia al vodevil, puede cambiar en pocos años la
sensibilidad del pueblo; y un teatro destrozado, donde las pezuñas sustituyen
a las alas, puede achabacanar y adormecer a una nación entera. El teatro
es una escuela de llanto y de risa y una tribuna libre donde los hombres pueden
poner en evidencia morales viejas o equivocadas y explicar cono ejemplos vivos,
normas eternas del corazón y del sentimiento del hombre...".
La
noche del 2 de febrero se emplazó como homenaje, a amigos y simpatizantes
de la Xirgu y de Lorca, a una nueva representación de "Yerma".
Firmaban la invitación: Pura Ucelay, el Argentinita, Ramón del Valle-Inclán,
Juan Ramón Jiménez, Alejandro Casona, Victorio Macho, Adolfo Salazar,
Díez-Canedo... El día de la representación, Manuel Azaña
le impuso a Margarita la insignia del Orden de la República: la Cruz de
Isabel la Católica.
Después de cada ataque, viniera de donde
viniera, el mundo del teatro le rendía un cálido homenaje.



Margarita
Xirgu con Amelia de la Torre y demás actores y actrices de la Compañia
Xirgu, recibiendo un homenaje.
Foto: Un segle
per a les dones
La
Xirgu siempre fue estimada por el pueblo. Desde el estreno de "Doña
Rosita la soltera o el lenguaje de las flores", de García Lorca, el
12 de diciembre de 1.935, en el Teatro Principal (Principal Palace) de Barcelona,
Margarita recibía diariamente un ramo de flores sin tarjeta ni remitente.
Se trataba de un obsequio de las floristas de las Ramblas. Xirgu y Lorca ante
aquel gesto tan exquisito, quisieron dedicar una función extraordinaria
a aquellas mujeres de "risa franca y manos mojadas donde tiembla de cuando
en cuando el diminuto rubí causado por la espina". El día 22
de diciembre se hizo el homenaje, Lorca dedicaría el acto y después
de la representación Xirgu recitaría "el canto a las Ramblas
de las Flores", de Josep Maria de Sagarra.

Con
la gente siempre fue desinteresada; tanto firmaba un autógrafo a un personaje,
a un famoso, como a los tramoyistas de cualquier teatro.

Después de laactuación en Doña María de Castilla, Margarita puso con sus invitadas las mises regionales de 1933.


fotos, Institut del Teatre: Escenografia Digital MAE
foto MAE

Los
catalanes la consideran su actriz, los republicanos su Mariana Pineda, los espectadores
su Xirgu, los exiliados la representante de su España peregrina.


Era
leal a sus amigos. Tuvo amistad con el general Primo de Rivera, con la Niña
Isabel de Borbón, con el presidente de la República Manuel Azaña.
Igual comía con Benavente o Torcuato Luca de Tena que con García
Lorca o Alberti; unos la utilizaron a favor y otros en contra.


Isabel
de Borbón 13 d'octubre de 1921.
arxvo
familiar Jordi Rius Xirgu
Toda
su familia la amó por su bondad: todos recuerdan los envíos de alimentos
durante la guerra, los continuados obsequios por fechas señaladas, la permanente
ayuda económica al hermano y a la familia... Pero no sólo tenía
bondad material; Margarita vela por los familiares, los aconseja, los acaricia,
los resigna..., repite desde el exilio una y mil veces que como guarda la llave
de la casa de Badalona, se presentará un día de sopetón por
sorpresa y alegría de todos!
Algunos
textos han estado extraídos de la biografia:"Margarita Xirgu y su
teatro" y "Margarita Xirgu.Una biografía"de Antonina Rodrigo
y de Viquipèdia
XAVIER RIUS XIRGU
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