39.
MANUEL AZAÑA
Manuel Azaña
Díaz nace en Alcalá de Henares el 10 de enero de 1880 y muere en
Montauban, Francia, el 3 de noviembre de 1940.
Huérfano desde muy niño,
se le hace pequeña Alcalá de Henares, patria cervantina de Azaña,
y marcha a estudiar al Escorial con los agustinos, donde escribe "El jardín
de los frailes" novela autobiográfica, cuadrada y completa como el
monasterio. Después, Azaña estudia derecho en Zaragoza, se doctora
en Madrid el año 1900 y se hace pasante para subsistir, aunque le quedan
algunas modestas rentas de su familia acomodada arruinada. Cuando empieza a funcionar
brillantemente en la política y en la oratoria, su oficio de "pasante"
hace que la derecha hable de él como el "pasantillo resentido".
Es cuando comprende que España es el "cortijo" de unos cuantos.
Cipriano
Rivas Cherif conoce a Manuel Azaña en el Ateneo de Madrid en 1914, y con
él participa entonces en diversas actividades literarias, como la fundación
en 1920 de la revista literaria "La Pluma" que se publicó hasta
1923 y la fundación del teatro de la "Escuela Nueva".
Empieza
a hacer la revolución en el Ateneo, dedicándole a la docta casa
más atención y talento de los que se merecía aquel hostal
cultural, donde se daban conferencias. Se afeita el rubio bigote juvenil, se abandona
a engordarse y a la calvicie, y trabaja duro en las trastiendas de la calle Atocha
para fundar Acción Republicana.
Aunque no era un radical de izquierdas,
se acercaba mucho a un pensamiento socialista; era un hombre liberal y republicano.
En
el año 1927, antes de acabar la temporada en el Teatro Fontalba de Madrid,
Margarita Xirgu y toda su compañía asisten a la lectura de "Mariana
Pineda" hecha por su autor Federico García Lorca. Tienen que ir también
Cipriano Rivas Cherif y Manuel Azaña, entonces Presidente del Ateneo de
Madrid. Cuando Azaña llegó, andando de puntillas, se sentó
lo más cerca que pudo del escenario, sobre unos decorados, dispuesto a
escuchar a García Lorca, quién cuando lo reconoció se levantó
y fue a su encuentro. Cipriano se acercó a Margarita y le dijo: "Es
Manuel Azaña" y lo presentó. La Xirgu recordaría más
tarde, que de ninguna manera consintió moverse de su sitio. Aquel día
se inició la profunda amistad entre Azaña y la Xirgu. Acompañado
de Rivas Cherif, acudiría en ocasiones al camerino de Margarita, y a la
tertulia que artistas y escritores formaban en torno a la actriz quien, desde
un principio, lo llamó "el señor republicano".

En
1928, a raíz del estreno que Margarita hizo de "los fracasados"
de Lenormand, la intelectualidad madrileña rindió homenaje al dramaturgo
francés que asistió personalmente al estreno, en el que tambiern
estuvo presente Azaña.

Margarida
Xirgu i Henri-René de Lenormand al 1928. Agencia
Efe.

"Los
fracasados". Margarida Xirgu, Fernando Fresno i Alfonso Muñoz al 1928.
Foto biografia F. Foguet.
Se
enamora de Lolita Rivas Cherif la hermana de Cipriano y se declara a ella con
versos humorísticos; el viejo juego freudiano/bergsoniano de la risa como
expresión del reprimido. Ella, veinte y tantos años menor que él,
lo acepta y se casan en el año 1929 en la iglesia de los Jerónimos.
Los ritos de la derecha difícilmente son salvados por la izquierda burguesa.
Más adelante Azaña se hace masón, de mala gana y por curiosidad.
Cuando
se produjo la revuelta de Jaca, con los fusilamientos de Galán y García
Hernández, la joven República se llena de romanticismo y la mayoría
de compañeros de Azaña se entregan, por solidaridad con los detenidos
y fusilados, pero Azaña se esconde por Madrid -incluso en su propia casa,
donde menos podían buscarlo, con su esposa Dolores- y aprovecha para trabajar
en su novela "Fresdelvall".
El 14 de abril de 1931, cuando la bandera
republicana ondea en la Cibeles al proclamarse la Segunda República, a
raíz de las elecciones municipales, se requiere a Manuel Azaña para
hacerse cargo de la Historia, y entonces dice: "Lástima, sólo
otro mes y acababa la novela". "Fresdelvall", su inacabada novela,
es el toponímico de un valle. Allí había situado, la historia
de tres generaciones de su familia.
En Barcelona, Francesc Macià proclama,
en el marco de la República Federal Española, la República
Catalana. Azaña va a Barcelona más tarde y exclama desde el balcón
de la Generalitat, en la plaza Sant Jaume: "¡Catalanes, ya no hay un
rey que os haga la guerra!".
En aquellos días Margarita Xirgu recibió
a Manuel Azaña en las puertas del Teatro Muñoz Seca donde actuaba
y él exclamo al saludarla: Viva la República!.
Azaña tiene,
primero en abril de 1931 como Ministro de la Guerra (su histórica reforma
militar, que Franco no le perdonaría nunca), y después como Presidente
del Gobierno en octubre de 1931, a su derecha al Presidente de la República
-el sainetesco Niceto Alcalá Zamora al que convence de salvar al general
Sanjurjo por su golpe militar- y a su izquierda a Largo Caballero y la CNT.
Es
muy conocida su frase "España ha dejado de ser católica",
pero también la reforma agraria, la reforma del ejército ... que
propuso. Quiso hacer un paréntesis en el retraso histórico del país,
con la voluntad de sacar finalmente a España de este pozo en el cual estaba
metida y modernizarla.

Azaña
de visita en la casa de Eduardo Marquina en Cadaqués, con familiares y
amigos entre los cuales estan: los Pichot, los Moles, los Soler,....
Foto
sacada del libro"Cadaqués, contat per..."
Como
autor, la Xirgu conoce a Azaña, por medio de los hermanos Alvárez
Quintero. Ellos fueron los que le recomendaron a Margarita "La corona",
la obra teatral de Azaña, para que la estrenara. Los hermanos Quintero
coincidían con Azaña en el culto a Juan Varela, sobre el que el
republicano había publicado un ensayo muy completo.
"La corona"
había sido escrita en 1928; dos años más tarde se publicaba
junto con otra pieza escénica de Azaña "El entremés
del sereno". El tema de "La corona" se desarrolla en un ambiente
palatino, de intrigas, de amor y ambiciones. Diana, princesa de un país
imaginario y Lorenzo el estudiante cabecilla de los revolucionarios se confiesan
su mutuo amor y son perseguidos y capturados por el duque Aurelio, el caudillo
ganador. Lorenzo es condenado a muerte, pero gracias a la intervención
de Diana es indultado. Ella sube al trono, después de un pacto con Aurelio.
Diana prefiere la corona al sincero sentimiento del estudiante el cual, por amor,
llega a la claudicación, a la renuncia de sus ideas y, finalmente, después
de soportar mil humillaciones recibe la traidora muerte, de manos de los hombres
del duque.
La Xirgu no se ponía en el papel de la reina Diana, pues
tal como dijo: "Azaña, como todos los grandes dramaturgos españoles,
había hecho obra de hombre y no de mujer".

Foto
sacada de la biografía de Francesc Foguet
Margarida
Xirgu, Rivas Cherif i Manuel Azaña
El estreno se produjo el 11 de diciembre de 1931 en el Teatro Goya de Barcelona.
Se hicieron como nunca honores al autor, pues el gobierno catalán correspondía
a la buena disposición de Azaña en relación al autonomismo,
a la hora de discutir el Estatuto en las Cortes. La presencia de Azaña
despierta más curiosidad que la misma obra. La representación fue
fría, ni la Xirgu ni los otros actores entraron en situación, al
percibir que el público estaba ausente del espectáculo escénico,
contemplando el palco presidencial. Azaña salió del teatro como
si hubiera visto violar a una hija suya, según sus propias palabras.



Con Manuel Azaña y Niceto Alcalá-Zamora, 19-04-1933 en el Teatro Español

Manuel
Azaña, Margarida Xirgu y Francesc Macià y la Compañía
Dramática de Margarita Xirgu con Manuel Azaña en el Teatro Goya
de Barcelona, en diciembre de1931.
Fotos
Archivo Nacional de Catalunya


"Revista Nuevo Mundo"

La Corona, de Manuel Azaña

"La
Corona" 1932
foto Agencia Efe y portada
del libro del Archivo Festival de Mérida.


Decorados
de "La Corona" diseñados por Miquel Xirgu, hermano de la actriz
arxivo familiar Xavier Rius Xirgu

Figurín
de soldados oficiales de "La Corona" realizado por Miquel Xirgu
archivo
familiar hermanos Xirgu


Figurines
de " La corona" realizados por Miquel Xirgu Subirà 1931
archivo
familiar: Lidia Prat Xirgu
Ni él
mismo sabía muy bien, seguramente, si quería la gloria literaria
o la gloria política.
La representación de "La corona"
ocasionó a la Xirgu comentarios y censura de todo tipo. Referente a eso
Margarita dijo: "se me atacaba con el achaque que en el Teatro Español
se hacía política. Pero a mí sólo me preocupaba dar
continuidad a mi trabajo de actriz. Si estaba en el teatro municipal no era porque
hubiera intrigado para que los republicanos me lo otorgaran caprichosamente. Tres
años antes del advenimiento de la República ya el Ayuntamiento me
lo había concedido, porque mi pliego de condiciones se ajustaba como ningún
otro, según lo reconocieron todos, al programa a realizar en aquel teatro.
Si en el Español se hacía política era fuera del escenario,
en el palco oficial, frecuentado por los gobernantes republicanos, como antes
por el Rey. E incluso creo que alguna vez en el antepalco, que era muy amplio,
se celebró un Consejo de Ministros>>.
El 12 de abril de 1932
se estrena "La corona" en el Teatro Español de Madrid, con amenazas
de atentado, policía por todas partes y con la Xirgu con mucho miedo. El
gobierno en pleno en los palcos y en las plateas. Esta vez el autor estaba entre
bastidores, como era de costumbre. Al final del primer acto Azaña tuvo
que salir a saludar al público, que abarrotaba el teatro, a pesar de su
promesa de no aparecer hasta finalizar el drama. El ambiente, tanto para los actores
como para los espectadores era más relajado que en el Teatro Goya de Barcelona.
Al caer el telón, después de una ovación imponente, el Presidente
del Gobierno accedió a retratarse con Diana, como ya desde entonces nombró
siempre Azaña a la Xirgu.

Margarida
Xirgu protagonitzant "Muntanyes blanques".
Foto
Agencia EFE
A Margarita no le perdonaban, en ciertos
sectores, al haber estrenado "Mariana Pineda" de Lorca, "Fermín
Galán" de Alberti y "La corona" de Azaña, obra sobre
la cual, desde su estreno en Barcelona, corrieron bulos como que la obra se titulaba
en realidad "Conchita" y se trataba de una burla soez del dogma de la
Concepción. Incluso algún diario como "El Noticiero",
aconsejó a las señoras que se abstuvieran de ir al teatro.

En
1932 con motivo de las fiestas de la República se celebró en el
Teatro Español de Madrid una función de gala, en la que se representó
un entremés de Quiñones de Benavente y el auto "El gran teatro
del mundo" de Pedro Calderón de la Barca; en un entreacto Margarita
Xirgu recibió junto a Enric Borràs la "insignia de la encomienda
de la Orden de la República Isabel la Católica" de manos de
Azaña. Otras fuentes más verídicas aseguran que la entrega
se produjo en un entreacto de "Yerma" el 2 de febrero de 1935 también
en el Teatro Español.

Condecoración
Gobierno de la República
foto
Teatro Solís Montevideo

El
18 de junio de 1933 se estrena "Medea" de Sèneca adaptada por
Miguel de Unamuno, en el teatro romano de Mérida. Allí se desplazal
el Presidente del Gobierno Manuel Azaña, algunos de sus ministros entre
ellos el de Instrucción Pública, el director de Bellas Artes, el
alcalde de Madrid, el embajador de Italia y destacadas personalidades de la intelectualidad
y del arte. El teatro reúne a más de 3.000 espectadores llegados
de todas partes. Con todo su séquito, Azaña se instaló en
el primer rellano de la gradería y, talmente como un procónsul,
se entregó al espectáculo.

De
izquierda a derecha: Fernando de los Ríos, Lola Rivas Cherif , s/i, Margarida
Xirgu, Manuel Azaña,s/i y Andrés Nieto.
Foto Archivo General de la Administración/ Archivo Fernando
Delgado.
Los hechos de Casas
Viejas (el gabinete de Azaña envió fuerzas a esta población
de Cádiz, en la que un grupo de campesinos y de anarquistas de la CNT se
habían alzado y fueron fusilados), de Castilblanco y de Arnedo motivan
el cese de la presidencia, el 8 de septiembre de 1933, por parte del presidente
Alcalá-Zamora.

Visita
de Azaña y su esposa en Badalona el 16 de agosto de 1934
El 6 de octubre de 1934 el Presidente Companys proclama la
República Catalana, pero el gobernador militar, el general Batet, se niega
a acatar las órdenes de la Generalitat y con sus tropas sofoca la intentona
catalanista. Manuel Azaña que se encontraba en Barcelona es detenido al
día siguiente, acusado de complicidad con el golpe revolucionario. Azaña
es encarcelado en el puerto de Barcelona en los barcos de guerra Cadiz y Sánchez
Barcáiztegui. Mientras está preso se pone boina.
Azaña
sacó de todo aquello un libro, "Mí revolución en Barcelona",
del que se vendieron enseguida 25.000 ejemplares.
El empresario del Teatro
Principal de Valencia borró de la cartelera el nombre del director de la
compañía Xirgu-Borràs, Cipriano Rivas Cherif, por ser hermano
político de Azaña. Cipriano pidió a Margarida que le rescindiera
el contrato y con un gesto valiente y leal, la Xirgu rechazó la dimisión
y llegó a amenazarle con su retirada de la escena, si insistía a
privarla de su colaboración.
Margarita Xirgu ofreció a los hermanos
Rivas Cherif, Cipriano (Cipri, como le decían) y Lola su casa de Badalona
en la calle Santa Madrona 118, para poder estar cerca de Azaña. El 29 de
diciembre estrenó "Yerma" de Federico García Lorca en
el Teatro Español y el día antes, el 28, Azaña accedía
a la hospitalidad de Margarita en su salida de prisión y se instalaba unos
días en la casa de Badalona. Antes se había alojado en un hotel
de Barcelona y desgraciadamente al salir al comedor algunas personas lo señalaron
como si se tratara de un criminal, cosa que lo hizo retirarse con lágrimas
en los ojos. Este episodio puramente sentimental y humano de la Xirgu hacia Azaña,
se convirtió casi en un delito político. Margarida Xirgu dijo referente
eso: "Yo había sido y seguía siendo amiga de don Manuel, pero
nunca tuve intervención política, no me cansaré de repetirlo.
Se me acusaba, como de un delito, que Azaña se hubiera alojado en mi casa.
En aquello no intervino por nada la política y tampoco Azaña ...
Al ser detenido, Lola, como es natural, fue a Barcelona, para estar cerca de su
marido y para atenderlo en tanto que le fuera posible. ¿Es que podía
yo, hacer otra cosa con una amiga, con la hermana de mi director artístico?".

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Dedicatoria de Manuel Azaña a Margarita Xirgu por la hospitalidad de los días pasados en la calle Sta. Madrona 118
El 16 de febrero de 1936, resulta vencedora la coalición de partidos de
izquierda que se denominó Frente Popular, que encarga a Azaña formar
gobierno, lo que llevó a cabo el 19 del mismo mes. Después de la
destitución de Alcalá Zamora, es nombrado Presidente de la República
el 10 de mayo de 1936.
En el momento del golpe de estado, cuando lo sacan
del palacio donde está para esconderlo, él se saca el sombrero y
saluda diciendo:"Señores, hasta la III República". "Qué
frase -le dice su mujer Dolores- parece de tu cuñado Cipriano!".
Azaña llega a Barcelona, a los pocos días del golpe de estado y
tiene un enfrentamiento muy fuerte con Lluís Companys; la ciudad está
tomada por la CNT, por el POUM, por la clase obrera, las fábricas ocupadas,
las calles ocupadas, las barricadas ... Azaña le dice que tiene que librarse
de estos maleantes, y Companys le contesta: "estos maleantes, como usted
los llama, son los que han salvado la República". Tanto el enfrentamiento
con Lluís Companys, como el de Casas Viejas, como el propio golpe de estado,
tres aspectos de situaciones violentas, le crean un desasosiego absoluto: ¡por
eso intenta negociar con el golpe de estado (cuando no había negociación
posible, no se negocia nunca con los golpistas!).
El
1936, Manuel Azaña reclamó la presencia de su cuñado, el
director artístico de la compañía de Margarita Xirgu, Cipriano
Rivas Cherif. A la Xirgu le ofrece volver en España dónde tendrá
a su disposición el Teatro Español. Margarita no acepta.
Azaña
es un hombre al que, en un corto periodo de tiempo, le fusilan a su amigo Lluis
Companys (a pesar del enfrentamiento), condenan a muerte a su cuñado Rivas
Cherif, ve como su médico (al que había pedido que según
cuál fuera la situación, lo matara) se suicida, su hermano acaba
de morir, la República se ha ido al garete. Eso hunde a Azaña. Es
un final patético.
El resumen profético de su pensamiento sobre
la guerra, fue: "Gane quien gane, pierde España".
Presidente
fugitivo de una República con la guerra perdida, en un país en ruinas,
Azaña escribe por las noches en los refugios: su reflexión ("La
velada en Benicarló", 1937) se considera, con sus otros escritos,
una indagación lúcida de la realidad española. En noviembre
de 1937 visita el frente de Madrid con el general Rojo. En 1938 en Valencia, también
recorre el frente con Miaja.
En
su fuga llegó en Francia, dónde dimitió como presidente,
perdida ya la guerra. El presidente y su esposa son evacuados en una ambulancia
por las autoridades francesas que los habían trasladado primero a Vichy
y después a Montauban, donde Azaña murió la noche del 3 de
noviembre. El 4 de noviembre de 1940 es enterrado a Montauban. Había dejado
dedo que no quería que lo movieran de dónde cayera!.
Es
muy importante el archivo del presidente Azaña, que en julio de 1940 la
Gestapo nazi había confiscado a su residencia de Pyla sur Mero, junto a
Arcachon. Allí había sido ocultado por un director de la Escuela
de Policía, Eduardo Comín Colomer (paranoic autor de panfletos y
libros persecutoris), que utilizó seguramente para sus siniestras acusaciones.
Del archivo forman parte los diarios de Azaña. Cuando el Gobierno republicano,
encabezado por Francisco Largo Caballero, fijó en València su sede
temporal, el presidente Azaña se instaló en Barcelona. A la capital
catalana llevó Azaña una parte de sus papeles personales y, sobre
todo, el presidente cuidó muy particularmente de salvar los cuadernos de
sus diarios, destinados a permitirle redactar unas eventuales memorias. Y, más
tarde, temorós que algo pudiera suceder a estos documentos, decidió
enviarlos a un lugar seguro fuera de España, concretamente a Ginebra, donde
estaba su antiguo amigo y cuñado, Rivas Cherif. Pero allí fueron
robados el 1937 durante un episodio esperpéntico, mientras la patética
Sociedad de las Naciones escuchaba (paralizada por mucho varios factores) las
súplicas de la Segunda República de España para alertarla
ante las amenazas de la Alemana hitleriana. Tras la llegada del presidente y su
familia en Francia, a primeros de 1939, los diarios correspondientes a 1936-1939
-junto con los de 1931-1933 salvados del robo de 1937- fueron finalmente entregados
a la delegación de México a Vichy, y allí (y después
en el París liberado) permanecieron hasta que la señora de Azaña
va llevarlos consigo a la capital mexicana. Allí fueron cuidadosamente
fotografiados -en su presencia y en la de varios testigos- para su transcripción
y publicación en el volumen IV de las ?Obras completas? de Manuel Azaña.
Hubo, desde luego, un vacío
considerable en este tomo cuarto: el de los cuadernos robados el 1937, el paradero
de los cuales se ignoraba. Parece ser que estaban en España. Pabón
visitó al general Franco para pedirle que los diarios de Azaña,
dada su gran importancia para la historia de España, fueran depositados
a la Academia de la Historia. La respuesta del general fue una enigmática
pregunta: Es usted Pabón? Es posible que el muy monárquico Pabón
que yo conocía en Zaragoza, venga a ponderar tan altamente los diarios
de Azaña?. Pabón tenía admiración por la pluma memorialista
de Azaña. Porque, sin duda, Azaña es el único español
-de todos los tiempos!- que al asumir poderes ejecutivos en el Gobierno de su
país simultánea los papeles de "actor" y "cronista".
En sus primeros 500 días ministeriales escribió 500.000 palabras!.
Segundos había apuntado en un quadernet íntimo de 1912.
Ha sido el político más vilipendiado de España: por la derecha,
de ateo y antimilitarista, y por la izquierda que lo consideró débil
y culpable de perder la guerra. Algunos dijeron: "La guerra civil fue la
guerra de un general contra un ensayista. Naturalmente, ganó el general".
Algunos
textos han estado extraídos de la biografia:"Margarita Xirgu y su
teatro" y "Margarita Xirgu.Una biografía"de Antonina Rodrigo
y de Viquipèdia
XAVIER RIUS XIRGU
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