76.
COMO MURIÓ MARGARITA XIRGU
Miguel
Ortín, el 27 de abril de 1969, dos días después de la muerte
de Margarita Xirgu, escribió a la familia, dando todos los detalles de
la defunción. Siempre había estado un hombre muy detallista y esta
vez no faltó a su tradición. Transcribo la carta enviada a la ahijada
y sobrina Margarita Xirgu y Rico y a su marido Eveli Prat:
Punta
Ballena, 27 de abril de 1969.
Queridos sobrinos
Evelio y Margarita: Que puedo deciros en momentos tan tristes como los presentes,
como lo son para mí y sé que también lo son para vosotros,
pero he de tener fuerzas para daos cuenta de como fueron los tristes acontecimientos.
Cuando os escribí mi carta desde el sanatorio, había una cierta
esperanza de que vuestra tía saliera con bien de todas sus dolencias, aunque
yo tenía mis dudas. Desgraciadamente el desenlace ha sido fatal.
El
7 del corriente se internó en el sanatorio porque su salud se venía
quebrantando cada día más y se veía desde mucho tiempo que
sus fuerzas físicas se iban debilitando, mucho antes de nuestro viaje a
EE.UU., pero se mantenía con un gran espíritu y en ciertos momentos,
por la mañana, me decía "me encuentro muy bien". Cuando
se le agudizaba alguna molestia, no dejábamos nunca de que la vieran los
médicos, pero nunca se conseguía una mejoría definitiva.
El Dr. Bosch, que fue quien la operó de vesícula a finales del año
1962 y que desde entonces pudimos contar con él como un verdadero amigo,
aunque se trataba de un cirujano; cuando nos veíamos Margarita le hablaba
de su estado general pero siempre de manera circunstancial. Al volver de Norte
América, una de las veces que nos visitó, nos dijo que si en algún
momento pensaba internarse para hacerse una revisión general, no teníamos
más que avisarle, que el lo prepararía para que estuviera el menor
tiempo posible en el sanatorio. Tenía un gran decaimiento general, un gran
cansancio en cuanto se movía, adelgazó muchísimo y aunque
con bastantes molestias no tenía fuertes dolores. En la casa generalmente
se encontraba bien, cuando se sentía mal del pecho y el médico le
recetaba algunos antibióticos mejoraba, pero las molestias de un flujo
y algunas veces con un poco de sangre seguían y más bien empeoraban.
Fue entonces en el mes de diciembre que decidí que la viera un ginecólogo
de Montevideo, que viene a pasar algunos fines de semana en una casa que tiene
frente a la playa y cerca de nuestra casa. Después de verla, me dijo que
felizmente no veía nada importante, lo cual era muy bueno ya que una operación
a su edad resultaría algo peligrosa. Como se trataba de una gran autoridad
como médico, la verdad es que nos tranquilizó muchísimo.
Le indicó unos lavajes sin obtener ningún resultado satisfactorio.
La noticia que el citado doctor nos había dado, se la comuniqué
a todos los médicos que estaban tratando a vuestra tía, noticia
que en realidad tranquilizó a todos y ya después de reiteradas consultas,
viendo que no había ninguna mejoría, se decidió la internación
que fue el 7 del corriente. El mismo día empezaron la revisión con
análisis de sangre, orina, esputos, etc., a parte de varias radiografías.
Todo ello se venía estudiando con el Dr. Bosch, que me comunicaba a medida
que se iban haciendo los exámenes. Tuve el primer impacto, un tanto desagradable,
cuando me comunicó que había encontrado en el pecho una reactividad
en las lesiones antiguas y que habían aparecido bacilos, pero que no me
alarmara, pues con los medicamentos modernos se podía combatir esa enfermedad,
que el tísiólogo que la estaba viendo, le daría un tratamiento
que podría seguir con toda tranquilidad en Punta Ballena. El cardiólogo
le hizo un electrocardiograma y encontró que el corazón estaba en
buenas condiciones. El miércoles 9 la vio el mismo ginecólogo que
la había visto en Punta Ballena, con más detención y decidió
entonces que había que hacer una pequeña intervención, para
poder hacer un examen concreto de lo que tenía. El 17 a las 8 de la mañana
se llevó a cabo, con una pequeña dosis de anestesia general para
extraerle lo necesario para el examen. Cuando el sábado 20 el Dr. Bosch
tuvo el resultado del patólogo, me comunicó que este había
sido poco satisfactorio y me dijo: "Hay dos caminos a seguir, uno volver
a Punta Ballena para seguir haciendo la vida que hacía. Su estado de salud
empeoraría cada día más, aumentarían las molestias
y los dolores, hasta esperar el final a muy corto plazo. Otro, era intentar la
operación con el riesgo consiguiente, pero con cierto optimismo de que
saliera bien". Contesté, con todo el dolor de mí corazón,
que yo optaba por la operación, pues estaba convencido de que Margarita
se decidiría por ella. A continuación agregó: "En una
situación análoga, si se tratase de mi madre o de mi mujer, yo haría
la operación, porque de la otra manera, el final sería horrible".
Se decidió la operación para el jueves 24 a las 7 de la tarde y
dos días antes el Dr. Bosch habló con Margarita y le dijo con palabras
más suaves y convenientes, lo que los médicos pensaban respecto
a la operación y sin un momento de titubeo, contestó que ella era
partidaria de la operación.
Con una
gran entereza, poco tiempo antes de la operación nos despedimos y me dijo
que si Dios disponía que ella se fuera, era mejor así, puesto que
si fuera al revés que iba a hacer sin mi apoyo. Volvió de la operación
y los médicos me llamaron para decirme que estaban satisfechos del resultado
de la misma y que se había hecho lo que se debía hacer. La noche
la pasó relativamente bien con las molestias propias de la post-operación.
Durante la mañana, la vieron los médicos pero más o menos
sobre las 12 del mediodía un síncope la abatió y ya no pudieron
reanimarla los médicos presentes, que trataron por todos los medios de
salvarla.
Como sabéis he vivido muchos
años junto a vuestra tía y han sido muchos los momentos críticos
en muchas ocasiones, pero sin saber porqué tuve siempre optimismo y la
esperanza de que saldría adelante, pero ahora desde hace algún tiempo,
me diexacta cuenta de que su vida se acababa. No obstante y por su gran espíritu,
de repente removía en mi alguna esperanza, porque uno siente el inmenso
deseo de que no desaparezca un ser tan querido, pero en esta ocasión todo
lo que se ha hecho ha sido inútil. Pido a Dios la conformidad necesaria
y la entereza que hace falta para seguir adelante, que es además lo que
vuestra tía hubiera deseado.
La noticia
corrió como reguero de pólvora. Los corresponsales internacionales,
los periodistas y las radios reclamaban detalles sobre la confirmación
de la noticia y creí innecesario comunicarosla enseguida, porque estaba
seguro como lo estoy, que os llegaría antes de que hubiera llegado mi cable.
He
recibido demostraciones muy evidentes del fervor que este pueblo sentía
por vuestra tía. Entre los muchos ofrecimientos para el velatorio, acepté
que fuera en la Sociedad de Autores del Uruguay, a la que también pertenecía,
en una sala del Museo hasta la hora del entierro que tuvo lugar ayer a las 11
de la mañana, en el Cementerio del Buceo de Montevideo, en un panteón
de la Sra. del Dr. Bosch, que me ofrecieron con una generosidad que jamás
podré olvidar.
Regresamos a nuestra
casa, ayer mismo a las 4 de la tarde, en donde falta y faltará siempre
lo principal.
Necesito unos días para
recuperarme y ver si serenamente resuelvo las cosas debidamente, con arreglo a
lo que mi conciencia me dicte y pensando constantemente en lo que a Margarita
le hubiera gustado.
Una carta semejante a esta,
escribo a las sobrinas Pilar y Ramona, para que con ella den cuenta a sus primos
Joaquín y Miguel. Os pido que vosotros hagáis lo mismo, muy especialmente
a vuestra madre Pepita y a todos vuestros hijos.
Un
fuerte abrazo, en este triste trance por el que ambos estamos pasando. Vuestro
tío,
Miguel

Carnet AGADU (Asociación General de
Autores del Uruguay) de 1967.
Foto CIDDAE.
Teatro Solís
El
26 de abril, la mañana siguiente de la muerte de Margarita Xirgu, los escultores
José Luis Zorrilla de San Martín -padre de la actriz China Zorrilla-
y Luis Ricobaldi terminaron una máscara mortuoria de Margarita Xirgu, iniciada
poco después de morir y que se expone y custodia actualmente el Teatro
Solís de Montevideo.

Máscara
mortuoria de Margarita Xirgu. els escultors José Luís Zorrilla de
San Martín y Luis Ricobaldi 26 de abril de 1969.
Teatro
Solís de Montevideo.

Foto:
"Un segle per a les dones".

En
el CIDDAE-Teatro Solís hay dos máscaras mortuorias y una copia más
se encuentra en el Museo y Centro de Documentación de la Asociación
General de Autores del Uruguay (AGADU).
Margarita
Xirgu fue trasladada del Sanatorio "Larguero" a la Sociedad General
de Autores del Uruguay donde se realizó el velatorio y por la que desfilaron
miles de admiradores y amigos. Una bandera catalana cubría el féretro.
Los amigos, los alumnos, los antiguos compañeros se turnaron junto al féretro.
Cuatro jóvenes del Casal Català, con sus trajes típicos catalanes
y sus estandartes, montaron guardia en la pequeña sala del Museo del Teatro
de Agadu, alternando su emocionado y silencioso homenaje con el que el público,
y especialmente sus viejos alumnos, le tributaban permanentemente. Los más
íntimos deshacían su emoción en la mirada tierna, en la caricia
apenas insinuada, en el llanto indisimulado, en el sencillo homenaje de una flor
abandonada sobre el féretro.
Un gran
Cristo de bronce elevaba su mensaje de amor y esperanza, a la cabecera del féretro.
Sostenido por los actores y amigos Curotto, Candeau, López Lagar, José
Luis Zorrilla, Casiraghi, Schinca y Dumas, el féretro inició su
lento camino. Luego de una breve ceremonia en la capilla del Cementerio del Buceo,
el cortejo se detuvo un momento antes de entregar el cuerpo a la tierra. Un representante
del Casal Català, cuyos jóvenes abrían la marcha ataviados
con sus trajes catalanes, dijo unas palabras, a las que siguieron las de Estela
Castro, en nombre de sus ex alumnos y de los actores de la Comedia Nacional del
Uruguay. Eduardo Prous habló por la Sociedad de Autores y un compatriota
de la actriz en nombre de la Casa de España, y de la familia García
Lorca, explícitamente. Y por fin, César Indarte, en nombre de la
Escuela Municipal de Arte Dramático.
Mientras el féretro
descendía definitivamente y la bandera catalana era recogida, un imponente
silencio cayó sobre el soleado mediodía montevideano. De pronto,
una voz inolvidable se alzó, perdiéndose entre los álamos.
Margarita estaba recitando su postrer poema. Alguien había colocado junto
al panteón un grabador portátil para provocar el recuerdo emocionado.
Las gargantas se anudaron. Los ojos aparecieron brillantes y enrojecidos. La voz
de Margarita Xirgu era ya leyenda.
La Cámara
de senadores de la XL Legislatura, el 6 de mayo de 1969, por unanimidad, expresaba
la gratitud del Estado uruguayo: <<a la eximia actriz, catalana universal,
presencia impalpable, de aquel trozo de arte maravilloso de la Madre Patria, cuya
trascendencia y proyección repartió por el mundo y por nuestro Uruguay>>
Dijo
el señor Hierro Gambardella, ex-ministro del partido "colorado":
<<Hace pocos días falleció en nuestro país una eximia
actriz y una gran mujer, como lo fue Margarita Xirgu. Era catalana, se había
formado artísticamente en el gran teatro dialectal de Cataluña,
antes de acceder a la universalidad del teatro castellano. En su muy primera juventud
entró en el Madrid de Benavente, componiendo, con otras grandes figuras
de la escena, la imagen de un nuevo teatro español que, retomando las esencias
mismas del Siglo de Oro, se proyectaba, empapado de tierra, hacia la universalidad.
La década del 30 llevó a Margarita Xirgu a ser la exponente de un
teatro mojado de poesía, empapado de tradición y, sin embargo, proyectado
en la más fina esencia del alma humana. Me estoy refiriendo al inmortal
teatro de Federico García Lorca. Ella fue la intérprete preferida
y dilecta del gran poeta granadino. Nadie en la lengua española ha dicho
los desolados versos fatalistas del gran brujo, como los dijo Margarita Xirgu.
La recuerdo en un viejo teatro cuando, para asombro de todos, fue la primera mujer
del teatro contemporáneo que expresó el mágico milagro de
Hamlet. Nadie que haya vivido aquellas horas puede olvidar el monólogo
inmortal de la duda, dicho por aquella catalana universal>>.
El
ex-ministro del partido "blanco", señor Rodríguez Camusso,
que se expresó a continuación, dijo entre otras cosas: <<Queremos
sumar nuestra voz de homenaje a las manifestaciones vertidas ante la desaparición
de ese hálito magistral, de aquella presencia impalpable, de aquel trozo
del arte maravilloso que la Madre Patria repartió por el mundo y que tocó
también a nuestro Uruguay>>, y terminó sumándose a
todo lo expuesto por el anterior orador.
Finalmente,
la ex-Alcalde de Montevideo, señora Roballo, quiso completar la moción
presentada, solicitando que el Senado se pusiera de pie.
Por
unanimidad se aprobaron las dos mociones y todos los senadores se levantaron,
guardando unos instantes de silencio como tributo póstumo a Margarita Xirgu.
El
Ministerio de Educación y Cultura, cumpliendo lo dispuesto por el Senado
de la República, se hizo cargo de los gastos del sepelio. Sus restos descansaron
en la ubicación 123 bis en el panteón familiar del doctor Luis M.
Bosch del Marco, médico que con abnegado afecto la atendió hasta
el último momento. Por resolución de la Junta Departamental de Montevideo,
el Intendente municipal don Óscar Rachetti dispuso que la Escuela Municipal
de Arte Dramático, de la que Margarita fuera fundadora-directora, llevase
el nombre de Escuela Municipal de Arte Dramático Margarita Xirgu. También
una de las calles de Montevideo, lleva el nombre de la Xirgu.

Tumba
de Margarita Xirgu en el Cementerio del Buceo de Montevideo.


Escuela
Municipal de Arte Dramático Margarita Xirgu
Foto:
"Un segle per a les dones"
Con
fecha 15 de junio de 1969, desde Punta Ballena volvía a escribir Miguel
Ortín a su familia, contando por milésima vez el anhelo truncado
por regresar a España:

Queridos
sobrinos Vicente y Roser: Llegaron primero una carta de Xavier y pocos días
después otra de Roser, fechada el 23 de abril, cuando ya desgraciadamente
vuestra tía no estaba como para leer correspondencia. Le hacía ilusión
recibir noticias de Xavier y de poder comunicarse con él. La correspondencia
que ambos sostuvieron duró poco tiempo.
En
su momento me llegó vuestro cable de pésame y más tarde vuestra
carta fechada el 16 de mayo.
Comprendo el rudo
golpe que sufriría toda la familia al leer en la prensa tan triste y desoladora
noticia. Yo, que en los últimos tiempos veía que sus fuerzas físicas
se iban debilitando día a día, no podía creer en el fatal
desenlace. Pedía a Dios todos los días, desde hacía mucho
tiempo, que nos concediera la gracia de tener salud y poder regresar a España
con ilusión, para poder reunirnos con la familia, pero Dios no lo ha dispuesto
como deseábamos. Es muy difícil tener la resignación necesaria.
Escribo
más largamente a vuestros hermanos Margarita y Evelio.
A
vuestra madre Pepita, un fraternal abrazo. A Natalia muchos cariños, que
en este duro trance la he recordado mucho y a vuestros hijos y a vosotros, muchos
abrazos de vuestro tío que os recuerda,
Miguel

Esquela
de Margarita Xirgu de Barcelona, 23 de mayo de 1969.
Fondo
Antonio y Ramon Clapés
El
noviembre de 1977 Ángel Curotto -el amigo de tantos años de Margarita
Xirgu y Miquel Ortín- como representante de la Academia Nacional de Letras
de Uruguay, escribió al Presidente de la Generalitat de Catalunya el Honorable
Sr. Tarradellas, pidiéndole que solicitara la repatriación de los
restos de Margarita Xirgu, tal y como se muestra en el siguiente artículo
de la prensa uruguaia:

Fondo
Antonio y Ramon Clapés
La
Academia Nacional de Letras de Uruguay pide a Tarradellas: Que los restos de Margarita
Xirgu reposen en Cataluña: <<La Academia Nacional de Letras de Uruguay
escribe al Presidente de la Generalitat, Sr. Tarradellas, la siguiente carta que
por su interés reproducimos integramente.
Aunque
a Vd. le será muy difícil recordarme, tuve el gusto de estrechar
su mando y escucharle varias veces en el hogar de Margarita Xirgu en nuestro país;
Margarita Xirgu que vivió su exilio cono dignidad ejemplar en el Uruguay,
en una auténtica conducta y expresión viva de la Cataluña
libre y democrática.
Con estas líneas,
quiero hacerle llegar a Vd. mis emocionadas felicitaciones por el logro de la
reivindicación de los derechos de Cataluña y nadie mejor que Vd.
puede simbolizar hoy ese triunfo.
Pero deseo además,
con todos los respetos, formularle una sugerimiento: ¿No cree Vd. ilustre
señor *Tarradellas, que ha llegado lo momento de que los restos de aquella
gran figura pasen a descansar ahora en su tierra catalana?
Margarita
Xirgu trabajó por la cultura de nuestro país como ella sabía
hacerlo y tuvo en vida todos los honores que ella se merecía. Y a su muerte,
le fueron rendidos los más altos homenajes. Sus restos fueron sepultados
bajo la bandera de Cataluña, todos los sectores políticos del país
rindieron emocionadas palabras en el Parlamento Nacional, votándose de
pie los homenajes y haciéndose cargo el Estado de los gastos de su sepelio.
Actualmente, la Escuela Municipal de Arte Dramático que durante tantos
años dirigiera, lleva hoy su nombre.
¿No
cree Vd. distinguido señor Tarradellas, que quienes como ella y Pablo Casals
representaron en América el arte y la libertad con tanta grandeza, les
ha llegado la hora del descanso definitivo en su propio suelo? Es esta la sugerencia
de este escritor que fue su gran amigo, supeditada -desde luego- a la decisión
de su esposo, nuestro común amigo D. Miguel Ortín, actualmente en
Barcelona, en su domicilio de la calle Sicilia, 117, piso 3º 1ª.
Por
mi parte, me pongo a sus enteras órdenes.
Le
reitero mis saludos, mis felicitaciones y mis mejores augurios para su futura
obra de gobierno.
Lo
saluda con la más alta consideración y estima, suyo affmo.
Ángel
Curotto>>
En 1988, en el marco de los actos celebrados con motivo del centenario del nacimiento de Margarita Xirgu, el presidente Jordi Pujol puso en marcha las gestiones para permitir la repatriación de los restos mortales de I'actriu a tierra catalana. Por encargo expreso de la Generalitat de Cataluña, el abogado Juan García Grau se responsabiliza del traslado de la urna funeraria desde Montevideo. La delegación catalana, encabezada por el presidente Pujol, que se encontraba de viaje en Brasil y Uruguay, vuelve a los orígenes, los restos mortales de I'actriu el 7 de septiembre de 1988. Desde su entrada en tierra catalana, la urna funeraria fue depositada en la capilla San Jorge del Palacio de la Generalitat. Las rencillas políticas y la descoordinación institucional entre las distintas administraciones catalanas deslucen la significación histórica del regreso de Margarita Xirgu a su tierra. La inoperancia administrativa llegó hasta el punto de aplazar, por lo ignominiosa, el sepelio previsto, en un principio, para el 28 de noviembre.
Un documento del 2 de septiembre de 1988, firmado por Don Aníbal J. Jiménez y Abascal, cónsul general de España, da fe del traslado de los restos mortales de I'actriu catalana: «Certifica: Que con fecha seis de setiembre de mil novecientos ochenta y ocho, a bordo del avión de la Compañía Varig, parte de Montevideo una urna conteniendo los restos mortales de Doña Margarita Xirgu Subirana , fallecida en Punta Ballena, departamento de Maldonado, Uruguay, el día veinticinco de abril de mil novecientos sesenta y nueve. Dicha urna se hallaba depositada en el Cementerio del Buceo de donde ha sido retirada. Presentada dicha urna en este Consulado General, en la cual se encuentra una placa de bronce con la siguiente inscripción: "Margarita Xirgu-26 abril de 1969", ha sido convenientemente sujetada su tapa exterior de madera con una cinta, en cuyos extremos se ha puesto un sello de lacre con el Escudo de este Consulado General. En fe de lo cual, expido el presente Certificado, por duplicado, en Montevideo, a dos de setiembre de mil novecientos ochenta y ocho». (Documento de la Embajada de España-Asuntos Consulares-. Duplicado. Lleva un sello del Consulado General de España, Montevideo. Se conserva entre los papeles de Margarita Xirgu depositados en la Biblioteca del Instituto del Teatro de Barcelona).
Los restos
de Margarita Xirgu fueron repatriados por la Generalitat de Catalunya a Molins
de Rei, su pueblo natal, por el Concejal de Bienestar Social, Antoni Comas y por
el encargado de trasladar los restos desde Uruguayi, Joan García Grau.

Institut del Teatre: Escenografia Digital MAE

La vergonzosa polémica, de signo claramente bipartidista (una de las lacras de la política cultural catalana de estos últimos tiempos), estalla durante las negociaciones para lograr el traslado de los restos mortales del Uruguay: «Unas semanas antes [de la celebració de l'homenatge institucional que la Generalitat organitza el 26 de setembre], el alcalde [de Barcelona] y Jordi Pujol habían iniciado en tierras suramericanas la polémica de todo este caso, cuando el presidente de la Generalitat rechazó la propuesta de Casimir Boy [batlle de Molins de Rei], en la que se sugería que una delegación uruguaya se encargara de trasladar a Barcelona los restos mortales de Margarita Xirgu. Pujol propuso que fuera el alcalde quien realizara el traslado de los restos de forma inmediata, pero éste se negó:"[Porque] no me parecía digno". Finalmente ambos políticos acordaron que Joan García Grau se encargase del traslado. El alcalde de Molins de Rei calificó de lamentable la polémica suscitada en tomo a este tema y señaló: "Los departamentos de Cultura y Presidencia de la Generalitat se han hecho un lío entre ellos. Todos se han quitado el muerto de encima [sic] y se lo han pasado a García Grau"» En una altra versió es deia: «El alcalde de Molins, Casimir Boy, quería que fuera una comisión uruguaya la que trajera la urna y que el entierro tuviera un carácter marcadamente solemne. Asimismo pensaba que las fechas más apropiadas para ello eran las que coincidían con el homenaje que le rendía su ciudad natal. La Generalitat sugirió que fuera el alcalde de Barcelona, que también se hallaba en Suramérica, el encargado del transporte, pero la idea no gustó a Pasqual Maragall y, finalmente, fue García Grau el encargado del mismo. Posteriormente, se supo que la entrada de los restos mortales no había sido diligenciada conforme a las disposiciones reglamentarias aduaneras en este tema, lo que enrareció todavía más el asunto. La documentación necesaria no fue presentada hasta dos meses y dos días después de la entrada, el 9 de noviembre».
Las desavenencias institucionales también se hicieron sentir en I'homenaje que la Generalitat dedicó a I'actriz el 26 de septiembre. Por lo pronto, se anuncia que en el transcurso de este homenaje se librara a Casimir Boy, alcalde de Molins de Rei, la urna que contenía los restos mortales de Margarita Xirgu, pero el alcalde socialista se niega a aceptar una propuesta tan descabellada y, posteriormente, la Generalitat rectifica su intención. En el acto, por si fuera poco, Boy se queja de que el gobierno catalán no había querido esperar a que el mausoleo estuviera construido. El entierro se fija para el 28 de noviembre. Cuatro días antes, sin embargo, el Ayuntamiento de Molins de Rei decidió suspender la ceremonia, dado que la documentación no había sido aún formalizada, Al parecer, el 7 de septiembre, los funcionarios de la Generalitat encargados del traslado de los restos mortales de la actriz no comunicaron a las autoridades aduaneras su entrada, lo que representaba una infracción de las disposiciones vigentes. Joan García Grau, responsable del traslado, manifiesta a la prensa que él no había intervenido en este asunto y que desconocía si la entrada fue o no ilegal. El 11 de octubre, el presidente Pujol declara en una rueda de prensa que se iniciarían los trámites necesarios para resolver el caso. Un mes y medio después, sin embargo, todavía no se había encontrado ninguna solución, por lo que el Ayuntamiento de Molins de Rei tuvo que suspender, el 24 de noviembre, el entierro de los restos mortales de la actriz, previsto para el 28, ya que, si no se legalizaba su entrada, no podía hacerse la ceremonia de entierro. Según el alcalde de Molins de Rei, hasta la tarde del día 28 de noviembre, la Generalitat no remitió al Ayuntamiento la documentación legal necesaria para abrir el expediente municipal del sepelio. Los certificados para pasar la aduana llevaban fecha del 9 de noviembre y dos meses y dos días después de que los restos mortales entraran de hecho en España-. «Los responsables de la Generalitat - escribía La Vanguardia-no han abordada directamente el tema, limitándose a guardar la urna y intentando que el entierro se realizará cuanto antes. La falta de comunicación entre las administraciones ha creado este clima polémico que en nada favorece la imagen de las instituciones y ofende la memoria de la gran dama del teatro español ». Con todo ello, la prensa carga más las tintas en la polémica que en la significación histórica del regreso de la actriz a tierra catalana. De hecho, es muy probable que la polémica bipartidista otorgara una dimensión mediática al retorno de los restos mortales que de otro modo quizá no habría tenido. «El acto del entierro-informaba el Avui-fue presidido por el consejero de Bienestar Social, Antoni Comas, y por el alcalde de Molins de Rei, Casimir Boy, y asistieron unas 250 personas entre las que se encontraban algunos familiares-yo entre ellos-y amigos de la actriz. El poeta Joan Asensi leyó un poema dedicado a actriz, que lleva por título «Estrella de la escena». Más tarde, en el casal Ca n'Ametller se interpretó la sardana A Margarita, obra de Miquel Pongiluppi. El monumento funerario es de piedra, de estructura circular, y esta inspirado en los talayots de la isla de Menorca. Tiene dos metros de altura por cuatro de diámetro y no hay ninguna cruz. El mausoleo ha sido construido por los alumnos de la escuela San Pere de Romaní. »
En
noviembre de 1988 el Ayuntamiento de Molins de Rei rindió homenaje a Margarita
Xirgu, con un conjunto de actos que empezaron el 25 de noviembre y que finalizaron
el 18 de diciembre del mismo año, con el acto de entierro de sus restos
mortales llevados desde el cementerio del Buceo de Montevideo.


Los
restos de Margarita Xirgu descansan junto a los de su marido, Miguel Ortín,
fallecido a la edad de 87 años en Barcelona el 8 de mayo de 1978. El Ayuntamiento
de Molins de Rei construyó un monumento funerario diseñado por Miquel
Planas e inspirado en el neolítico mediterráneo, en forma de talaiot.
En un pedestal última de la lápida del mausoleo, se grabó
la frase: "No soñar, no esperar, no creer en algo, es como no existir".
Durante la ceremonia del entierro el poeta local Joan Asensi Barberà leyó
el poema dedicado a la actriz "Estel de l' escena".

cliquea
aquí para ver las fotos

Algunos
textos han sido extraídos de: La crónica firmada por B.P. Publicada
en "Color" el 27 de abril de 1969 en Montevideo y de la crónica
del 12 de septiembre de 1969 de "El Noticiero Universal" firmada por
Galindo.
XAVIER
RIUS XIRGU
álbum
de foto
volver