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GABRIELLE RÉJANE
Gabrielle-Charlotte
Reju, más conocida como Gabrielle Réjane nació en París
el 5 de junio de 1856, fue actriz de teatro y de cinema.
Nació
en el número 14 de la rue de la Donane, en un distrito de negocios de París.
Perteneciente a una familia relacionada con el teatro -su padre era un comediante
retirado-, vivió desde su infancia el ambiente teatral. El padre de Gabrielle
con la ayuda de su esposa, fue el dueño del buffet del Teatro Ambigu de
la rue Meslay de París. Así fue como la pequeña Gabrielle
prácticamente creció en el lobby del Ambigu, donde se le permitió
ver todas las obras y fue admitida a menudo en los vestuarios de los intérpretes,
ya que todos la conocían y la querían. Le fue inculcado un gran
amor por el teatro y después de cada representación, imitaba para
su madre las actuaciones que había visto en el escenario. No tenía
aun cinco años, cuando murió su padre y la familia pasó a
continuación tiempos difíciles. Gabrielle fue enviada a una escuela
cercana, dándole su madre un franco diario para cenar sola en un restaurante
local, ya que no podía ocuparse de ella. Siempre tuvo cuidado de ahorrar
lo suficiente, para comprarse una naranja que luego comía en el Ambigu
durante la representación nocturna. Cuando no estaba en la escuela, ayudaba
a su madre a complementar los ingresos, como fan aplaudidora en el teatro de la
rue Meslay.
Cuando la guerra con Prusia llegó a Francia en 1870, el
monarca gobernante Napoleon III fue capturado con todo su ejército en Sedán.
Las fuerzas de la República -a raíz de su pérdida- fueron
derrotadas rápidamente y Francia capituló. París, que padeció
el ataque alemán durante la guerra, vio aún mayor derramamiento
de sangre en el período posterior, cuando la revolución socialista
de 1871 dio lugar a la efímera Comuna de París que tomó el
poder. Para Gabrielle y su madre, la lucha se desarrolló casi a la vuelta
de la esquina de su casa, cuando los comuneros erigieron una barricada en la rue
de Lorette donde ellas vivían y se intercambiaron disparos desde allí.
Cuando la paz regresó a la ciudad, Gabrielle fue enviada
a la escuela Boulet para completar allí su educación. En la graduación,
se le ofreció un puesto en la escuela y por el momento aceptó dar
clase a los niños más pequeños. Pero soñaba con ser
actriz y lo argumentaba sin cesar a su madre, que estaba muy a favor de que continuase
como maestra de escuela. Su madre al final no pudo parar sus objeciones, y por
medio de contactos con otras madres, con un amigo de un amigo, organizó
la entrevista de su hija con el legendario actor Regnier, recientemente jubilado.
Regnier trató de disuadirla de su objetivo, pero fue conmovido de tal manera
por su resolución que consintió tomarla por dos meses, a condición
de que ella se comprometiera a renunciar a sus aspiraciones de ser actriz, si
al final de este tiempo él le demostrara que el teatro no se había
hecho para ella. Terminado el plazo quedó en evidencia que si el teatro
era para ella y Regnier utilizó toda su influencia para conseguir una beca
bajo su tutela, en el Conservatorio de París. Gabrielle en esta época
para ayudar a pagar sus gastos, dio lecciones de elocución por cuenta propia.
En 1874 Gabrielle ganó el segundo premio de comedia
en su graduación, con lo cual la principal crítico de teatro parisino,
Francisque Sarcey, denunció que había sido pasada por alto para
el máximo premio que se merecía. Con dicha publicidad a su favor,
tuvo pocas dificultades en obtener su primer ingreso en la Compañía
del Teatro Vaudeville, a la que perteneció hasta 1882.

Gabrielle Réjane retratada por Félix Nadar.
Foto Wikipedia
Su primer
gran éxito le llegó ese mismo año al pasar al Ambigu, interpretando
"La Glu" de Jean Richepin. Aunque todavía no ha sido reconocido,
al parecer en 1882 Gabrielle también firmó un contrato de tres años
con el Sr. Bertrand en el Teatro Varietés. Fue una unión fortuita,
y pronto el nombre de Gabrielle Réjane fue conocido en todo París.
Ya no era un problema encontrar compromisos para ella, sino más bien elegir
cuáles de los muchos que le ofrecieron le interesaban realmente. En 1883
obtuvo un gran éxito en su papel de Adrienne en la obra "Ma camarade"
de Henri Meilhac, en el Teatro Varietés de París.

Gabrielle
Réjane en su papel de Adrienne en la obra de Henri Meilhac "Ma Camarade",
en el Teatro Variétés de Paris, 1883.
Foto
Wikimedia
Pronto Gabrielle
Réjane se hizo famosa como actriz emocional de raros registros, sobre todo
protagonizando en el Teatro Varietés obras como: "Décor",
la comedia en tres actos "Ma cousine" de Henri Meilhac, el drama en
tres actos "Amoureuse" de M. Georges de Porto-Riche, la comedia en cuatro
actos en prosa "Trains de Luxe" de Abel Hermant, interpretando a Cécile
Bellanger en "L'Amazone" de Henry Bataille y el vodevil en cuatro actos
"Lisístrata" de Maurice Donnay, adaptación de la obra
de Aristófanes. Gabrielle Réjane interpretó también
con gran éxito el papel de Germinie en la obra de los hermanos Goncourt
"Germinie Lacerteux", estrenada el 23 de diciembre de 1888 en el Teatro
Odeon, con puesta en escena debida a Porel y que tuvo problemas con los censores,
por lo que los Goncourt realizaron una petición a la cámara de diputados,
pidiendo la supresión de la Comisión de Censura para siempre. Sobre
Gabrielle Réjane la prensa de la época afirmaba: <<El orientalismo
extraño de su personalidad, la brujería de su cara, la gracia de
su movimiento, el descuido libertino y la desigualdad de sus métodos y
modales, hacen que ella sea una belleza creada por los artistas, antes de que
sus comedias y dramas sean escritos>>.

Retrato de Gabrielle Réjane realizado por Félix Nadar.
Foto Wikimedia
En 1892 se casó con Paul M. Porel,
el director del Teatro Odeon de París. En este mismo año representó
la controvertida obra "Sapho" de Alfonse Daudet. En "Sapho"
la Réjane tenía toda la brutalidad, todo el calor pegajoso de la
carne; el vicio serio, es decir el vicio más la pasión. Sus ojos
sórdidos, glotones e instruidos, en los cuales todas las pasiones y todos
los vicios habían encontrado una jerarquía, hablaban su propia lengua,
casi sin la necesidad de palabras. Su cara entera sufría, se regocijaba,
mentía, se desesperaba, con una sinceridad acogedora que cortaba más
bruscamente que cualquier énfasis. Podía ser vulgar, como la naturaleza
es vulgar: tenía todos los instintos del animal humano, de la mujer a quien
el hombre nunca civilizará. En "Sapho", fue una mujer que se
flagelaba antes de que su amante como penitente, se flagelara ante Dios. La emoción
que interpretaba, la poseía como una fuerza ciega. El arte de la Réjane
aceptaba las cosas como eran, sin selección o corrección; a diferencia
de la Duse, que escogía solamente aquellos caminos en que ella sería
natural. Donde Sarah Bernhardt arreglaría la emoción por algún
efecto artístico, donde la Duse purgaría la emoción de todos
sus atributos por alguna nobleza fundamental, la Réjane tomaba las cosas
tontas y sucias como eran. ¿Y no es quizás esto, el mérito
supremo de la interpretación?
El mayor éxito de su carrera llegó
en 1893 al protagonizar el papel de Catherine en la comedia "Madame Sans-Gene"
de Victorien Sardou. La obra relata que durante la Revolución Francesa,
Catherine Hubscher -nacida en el alto Rhin en 1753- era una lavandera de París
que lavaba la ropa de Napoleón I cuando éste sólo era un
teniente. Casada con el sargento François Joseph Lefevre, Catherine y su
marido llegarán a ser duques de Dantzig. En "Madame Sans-Gene"
("La señora sin vergüenza") hay una comedia brusca e instantes
de patetismo, sorpresas del poder y riqueza original de un humor espontáneo
y delicioso, pero apenas fue una oportunidad para la exhibición de los
mejores dotes de Gabrielle Réjane. Las mujeres didácticas y malhumoradas
de Ibsen, con sus miedos y silencios espantosos, sus sufrimientos tempestuosos
y alegrías fingidas, dieron mejor juego posteriormente a las posibilidades
calidoscópicas de la Réjane.
Con "Madame Sans-Gene",
inició su primera gira al extranjero, primero a Nueva York y en 1894 a
Londres. Fue recibida con entusiasmo en ambas capitales, por lo que se convirtió
en una indudable estrella internacional tan famosa como en París. Su popularidad
siguió en ambos lados del Atlántico y en años posteriores
protagonizó obras en ambos países, siendo particularmente exitosa
la representación de "La passarelle" de Fred de Gresac, la obra
original de "The marriage of Kitty" de Marie Tempest.

Retrato de Gabrielle Réjane.
Foto Stagebeauty
Fueron
aplaudidas también, sus representaciones de la comedia en un acto "Lolotte"
de Meilhac y Halévy, la comedia en cuatro actos "La douloureuse"
de Charles Maurice Donnay, la comedia en cuatro actos "La robe rouge"
de Eugène Brieux dirigida contra las injusticia de la ley, "L'hirondelle"
de Dario Niccodemi, la comedia en tres actos "La parisienne" de Henry
Becque en 1893, la comedia en tres actos "La petite marquise" de Meilhac
y Halévy basada en el original de Victorien Sardou "Divorcons",
el drama feminista "Maison de poupée" de Henrik Ibsen en 1894,
la adaptación de la novela "La dame aux camelias" de Alexandre
Dumas hijo interpretando a Margarita Gautier e "Incognito" de Sacha
Guitry. Desde 1895 realizó varios viajes que le llevaron a Bélgica,
Dinamarca, Alemania, Rusia, Rumanía, Austria, España, Portugal,
Inglaterra, Italia y América del Sur, contratada en estos países
hispanoamericanos -como más tarde hizo con Margarita Xirgu- por el empresario
teatral de Buenos Aires, Faustino da Rosa.
El matrimonio Réjane-Porel
tuvo dos hijos, una hija llamada Germaine y un hijo llamado Jacques (según
otras fuentes, su único hijo). Sin embargo tuvieron problemas en la relación
matrimonial, separándose por un tiempo y conciliándose en 1899 por
el bien de los niños. En 1903 Gabrielle inició el procedimiento
de divorcio contra Porel, aunque por segunda vez pudo ser posible la reconciliación,
pero en esta ocasión la ruptura ya fue permanente y la relación
se hizo cada vez más áspera. Porel demandó a su esposa, alegando
violaciones de contrato en sus compromisos con el Teatro Vaudeville, prohibiéndole
trabajar con los demás directores de teatro de París y retirando
la autorización que le había dado en 1895, para firmar contratos
ella sola sin su consentimiento. Todo ello le conllevó a que tuviera dificultades
para encontrar trabajo en París, respondiendo a esta situación con
el alquiler de su propio teatro, el Teatro Réjane, en el que representó
sus propias producciones. En 1900 protagonizó la película "Madame
Sans-Gene" basada en la obra teatral. Finalmente el matrimonio se disolvió
en 1905, tras lo cual recorrió Quebec. Este mismo año fue invitada
a Nueva York para recitar a Racine en un gran baile celebrado en el Sherry's,
escandalizando a todo el público por bailar un can-can encima de una mesa,
con total descaro.

Retrato de Gabrielle Réjane.
Foto
Stagebeauty
En noviembre de 1904 representó
en Nueva York la comedia lírica en cuatro actos "Zazá"
de Pierre Berton y Charles Simon, en la que obtuvo un éxito supremo al
representar la historia de una cantante de provincias de cafe-concerto, que se
enamora de Albert Dufrene, un hombre casado perteneciente a la burguesía
parisina y al que finalmente termina renunciando, para no destrozar su vida familiar.
La escena del primer acto en que Zazá se desnudaba -Réjane, la actriz
mejor vestida de todo París- cuando seducía a Dufrene, fue motivo
de numerosos y controvertidos artículos en la prensa americana.
Sus
espectadores recordaban pequeños detalles acogedores, en los cuales la
sombra de algún impulso de dominación, daba una belleza sombría
a lo que era común o feo. Al representar la desesperación de una
mujer cuyo amante la abandona, lo hacía con un movimiento, se limpiaba
tan sólo la nariz. Réjane, en "Sapho" o en "Zazá",
era la mujer desnuda y desvergonzada, que gustaba y sufría con todos sus
nervios y músculos. Más que cualquier actriz era el animal humano
sin disfraz y sin evasión; con todos los instintos, todos los gritos y
movimientos naturales. Hablaba la lengua de los sentidos, no más. Su interpretación
recordaba como los sentidos hablan, en una mujer callada ignorante y enamorada.
En 1910 Margarita Xirgu debuta con gran éxito en el Teatro Tívoli
de Barcelona, donde estrena "Zazá", obra muy conocida en Barcelona
ya que la habían interpretado antes grandes actrices como la misma Gabrielle
Réjane, las italianas Mariani y Tina di Lorenzo y la española Rosario
Pino. También en 1913 al principio de la primera gira americana por Argentina,
Chile y Uruguay, Margarita Xirgu representó "Zazá" en
las Palmas de Gran Canaria y a mitad del primer acto, se escucharon protestas
en la sala por la inmoralidad de la protagonista, la Xirgu paró la representación
y dijo: <<Señoras, ¡esperen a ver el resto de la obra!>>
ya que el final ejemplar tranquilizaría los ánimos. En consecuencia
prometió no volver actuar en Canarias y así lo hizo.
En
1906 adquirió el Nouveau-Théâtre de Lugné-Poë
en la rue Blanche de París, empresa que rebautizó con el nombre
de Théâtre Réjane. Más tarde, recibió el nombre
de la Porte Saint-Martin, para volver después a llevar su nombre. En 1908
protagonizó el film "Britannicus", en 1909 recorrió Sudáfrica
y en 1911 regresó a América para hacer una versión cinematográfica
de su mayor éxito: "Madame Sans-Gene". Fue contratada por la
misma empresa que había contratado a Sarah Bernhardt para el mismo propósito,
y la película que hicieron tuvo de un gran éxito. Algunos distribuidores
de cine pagaron un exceso de 2.000 dólares por los derechos de mostrarla
en pantalla.

Retrato
de Gabrielle Réjane.
Foto Stagebeauty
En
el Théâtre Réjane representó entre otras la obra "L'oiseau
bleu" de Maurice Maeterlink en 1911 y volvió a representar, como en
años anteriores y con el mismo éxito, "Madame Sans-Gene".
Dotada de una gran inteligencia, gozaba de una espiritualidad, de una expresividad
y de unas dotes creadoras que le permitieron representar todo tipo de personajes.
Su elegancia y distinción, su figura esbelta y su gracia picaresca, favorecieron
el que actuara en papeles muy diferentes. Con sus interpretaciones contribuyó
a encumbrar el teatro francés de su tiempo. Gran número de autores
teatrales, sobre todo parisinos, confiaron sus obras a Réjane, como entre
otros Musset, Daudet, Donnay, Lemaitre, Wolf, Brieux, Hervieu, Bataille, Capus,
Veber, Bernstein y Sacha Guitry. Fue una atractiva mujer, pero nunca de una belleza
especial, alcanzado la grandeza a través de su enorme talento y determinación
para obtener éxito. Fue una personalidad, que habló sin cesar, interrumpiendo
a sus compañeros con brillantes comentarios y desviando la seriedad con
encanto, ocurrencia o graciosa observación.
A principios
de noviembre de 1912, Margarita Xirgu emprende viaje a París en compañia
de Salvador Vilaregut , según condición contractual que impuso antes
de iniciar su primera gira a América del Sur. El viaje de ida fue un poco
accidentado, porque el tren descarriló en la madrugada sin que, por fortuna,
se tuvieran que lamentar desgracias personales. El empresario que la contrató,
Faustino da Rosa, le esperaba en la estación de París junto con
Dario Niccodemi-el autor de "El aigrette" - y Enrique Gómez Carrillo
el traductor de esta comedia, que Margarita Xirgu había estrenado durante
la gira por las Américas. La Xirgu se aloja en el lujoso Hotel Scribe,
en el corazón de la capital francesa. Faustino da Rosa le abre las puertas
al mundo teatral y Margarita se relaciona con algunos de los actores y autores
de la escena parisina: Paul Gavault que amable y modesto la saludó; Robert
de Flers de quién había estrenado varías comedias, y quien
le reserva un palco para asistir a la Comédie Française a una representación
de "Primerose", saludando en un de los intermedios y agradeciéndole
amablemente que hubiera interpretado sus obras "Le roi", "Miquette
et sa mère" y "El asno de Buridan"; Maurice Donnay que la
invita a una de sus premières; Paul herniado le envió una invitación
para presenciar el ensayo general de "Bagatelle", también en
la Comédie Guitry la invitó a comer y Henry Bernstein que le ofrece
la oportunidad de asistir a los últimos ensayos de "Après moi".
En el foyer conoce a artistas de la Comédie-Française y a los principales
actores y pensionarios de la compañía: madames Bartet y Blanche
Piernos y messieurs Grand, Le Bargy y Jules Clateric, el administrador de la Casa
de Molière. En la noche de su llegada a París, Margarita Xirgu pasó
a saludar a Gabrielle Réjane en uno de los intermedios en la Comédie
Royale. Tras la función, la Xirgu y la Réjane fueron a cenar juntas
y pudieran tener un tiempo valioso para hablar de su arte y de su pasión
compartida.
Margarita tuvo especial interés en asistir a la representación
de "Salomé" de Oscar Wilde en el Théâtre de l'Opéra
interpretada por Mary Garden. Le entusiasmó mucho ver Lucien Muratoriano
interpretando Herodes con tanta perfección y belleza. La presentación
de "Salomé" le gustó tanto que la tomó como modelo
para su tournée y encargó unos decorados similares. De vuelta de
París, en una entrevista que le hizo Romà Jori en "La Publicidad"
el 15 de noviembre de 1912, Margarita Xirgu declaró su fascinación
por la ciudad más bella del mundo y, al preguntarle sobre su estancia en
la capital francesa, sonrió y cerró los ojos, como si aún
estuviera saboreando el impacto que le había producido: <<Estoy aturdida.
Me ha parecido todo un sueño. Me dirigía a París llena de
esperanzas pero la realidad las ha superado>>. El mejor recuerdo de París
era el trato cariñoso y espléndido que le dispensó Madame
Réjane, una mujer muy <<espiritual>> y una artista soberbia,
de la que Margarita Xirgu admiraba la naturalidad con que actuaba: <<Dice
la mayor de las procacidades con la más encantadora sencillez>>.
La Xirgu explicó que su homóloga francesa ejerció de cicerone
y se deshizo en atenciones: <<No me abandona un solo momento. Me acompaña
en casa la corsetera. Para vestirse bien lo primero que se requiere es un buen
corsé. Y una artista de teatro, más que otra mujer, necesita de
un corsé ideal, que cumple con la doble misión de dar forma escultural
el cuerpo y dejar en libertad el pecho para poder respirar en Nuestras anchas.
Un suspiro, en escena, tiene que llegar libre hasta las más elevadas galerías.
Nada de opresión. Estos son los consejos de Madame Réjane y Según
estos consejos me confeccionan los corsés. Cada corsé se objetivo
de un detallado y detenida estudio. Constituye una obra maestra. Una vez cumplido
ese cometido, pasamos en casa de Mme. Lucile, la modista inglesa de mayor fama
de París, en la rue de Ponthiérre. Madame Réjane me asesor
en la elección de treinta toilettes (...) Las que requiere cada obra>>.
En enero de 1913, Margarita Xirgu volvió a París para probarse los
vestidos y recoger los abrigos, los gorros y los corsés que había
encargado.
Gabrielle Réjane siguió apareciendo
regularmente en el escenario hasta su jubilación en 1915. En 1916 protagonizó
el film "Alsace [Madame Obey]". Dirigió el Théâtre
Réjane hasta 1918, año en el que el productor Léon Volterra
le compró el teatro, dándole el nombre actual de Théâtre
de Paris. Junto con su gran rival, Sarah Bernhardt, sirvió de modelo para
el personaje de la actriz "Berma" de la novela de Marcel Proust "En
busca del tiempo perdido". La esencia de su francesa vivacidad y animada
expresión, parecía concentrarse en Madame Réjane cuando actuaba
y convertirse en su rival en las obras que había hecho suyas.
En 1920
protagonizó el film "Miarka, la fille à l'ourse". Vivía
en Asnières-sur-Seine, en villa Davoust 24, y recibió en febrero
de este, año en reconocimiento a su carrera, el nombramiento de Caballero
de la Legión de Honor con cinta roja, que le fue entregado por el Presidente
francés Paul Eugène Louis Deschanel en un almuerzo ofrecido en su
honor, en el vestíbulo del Théâtre Réjane. En marzo
de 1920, casi a los 64 años de edad, fue víctima de un ataque de
corazón, como una complicacion derivada de su neumonía. Fue enterrada
en el cementerio de Passy, al lado de su marido y de sus parientes. En el lugar
donde vivió, se ubica hoy la escuela maternal elemental Réjane.
Algunos
textos han sido extraídos de "Gabrielle Réjane" Wikipedia
y Stagebeauty
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