74. MONUMENT A MARGARIDA XIRGU
La
primera iniciativa pro-monument a Margarida Xirgu, la va tenir, en el 1968, el
periodista Ángel Zúñiga encapçalant entitats i particulars
varis, un any abans de la mort de Margarida Xirgu.
Aquest es l'esborrany del
escrit-instància al Alcalde de Barcelona, de la petició citada:
<<Excmo. Señor: Los suscritos recogiendo una iniciativa de Don
Ángel Zúñiga, y obrando en nombre y representación
de ................................. y también de los demás firmantes,
particularmente o en representación de las Entidades que al pie de cada
firma se consignan, dado el carácter colectivo de la solicitud, respetuosamente
exponemos:
Que por los extraordinarios méritos de doña Margarita
Xirgu, creemos que constituiría una obra de justicia que el Ayuntamiento
acordara erigir un Monumento a su memoria, al igual que se hizo con doña
Raquel Meller, en el Paralelo.
Aunque la genial Margarita Xirgu no naciera
en Barcelona -su nacimiento fue en Molins de Rei en 1888- vino seguidamente a
esta ciudad, de modo que puede estimársela como auténticamente barcelonesa.
Trabajó en teatros de aficionados, debutó en 1906 en el Romea con
"Mar i cel" de Guimerà. En el mismo, estrenó "La
campana submergida" dentro de las representaciones de Teatro Íntimo
que dirigió D. Adrià Gual, que trajo a Barcelona las inquietudes
de una nueva manera de ver la escena y los dramas humanos, rodeándolo todo
de un suave misterio. También representó "La victoria dels
filisteus", "La llantia de l'odi" y otras obras del Teatro internacional.
En
el género ligero resultaba una actriz inimitable. Recordemos "La xocolatereta",
"El rei", "El bon rei Dagobert" y otras del mismo estilo.
Paralelamente con este elenco tuvo grandes éxitos en realizaciones de altura
dramática, como "Magda", "La dama de les camèlies",
"Zazá", "Salomé", "Andrónica",
"Maria Rosa", "La reina jove", etc.
Margarita Xirgu, por
sus grandes condiciones, fue disputada por las empresas. Ella afirmó que
se uniría a la que le diera ocasión de estrenar "Joventut de
príncep". La del Teatro Principal tomó esta decisión
y Margarita se contrató con ella. Su interpretación de la ingenua
"Caterina", fue su consagración definitiva. Auténticos
estudiantes colaboraban en la representación. Alguno de ellos firma esta
solicitud. La delicadísima trama, de un auténtico sentimiento, llegaba
al corazón de los espectadores. Pocas veces se había creado en Barcelona
un clima teatral como el logrado con las representaciones de "Joventut de
príncep".
Hacia 1914/15 abordó el Teatro castellano, interpretando
Benavente, Quintero, Galdós, Marquina e incluso Valle-Inclán, entonces
irrepresentable.
La Xirgu era genial, original y fuertemente creadora. Ahondó
en su espíritu una llama luminosa, azulada y bella, que cautivó
a los públicos.
En plenitud de su arte, realizó importantes giras
por España y América. Estrenó, entre lo más importante
del Teatro mundial, "Santa Juana" de Bernard Shaw, "La hija de
Yorio" de D'Annunzio, "Medea", "Antígona", "Los
fracasados" de Lenormand, etc. Fue considerada como la actriz más
preparada y eficaz de su época.
Realizó representaciones de obras
clásicas de gran espectáculo en Montjuich, y Mérida con inenarrables
resultados artísticos.
Posteriormente tomó contacto con Federico
García Lorca y casi se dedicó exclusivamente a la representación
de sus obras. Estrenó "Mariana Pineda" con decorados de Dalí,
"Yerma" y "Doña Rosita la soltera o el lenguaje de las flores".
También interpretó "Bodas de sangre". Fue una gran orientadora,
en Teatro, de García Lorca y creemos que "Yerma" la escribió
Lorca inspirándose en la gran actriz.
Desde 1936 realizó una
gran labor en Buenos Aires y Uruguay. Creó escuelas de teatro, formó
grandes actrices y actores. Interpretó "Hamlet", "Macbeth",
"La celestina", "La casa de Bernarda Alba", etc.
Es imposible
que una artista de este tipo no deje perenne recuerdo en Barcelona a base de la
perennidad de la piedra. La prosa de la vida diaria, el aburrimiento de lo material,
se rompe por los urbanistas, a base de zonas verdes y de parques, pero es muy
útil también que en estos espacios favorables al vuelo de la fantasía,
se encuentren los perfiles de aquellos hombres y mujeres, que muchas noches nos
hicieron soñar. Por estimarlo, en consecuencia, obra de justicia, que implicará
el reconocimiento, por Barcelona, de algo que internacionalmente se ha tenido
por indiscutible.
Suplicamos respectuosamente a V.E. que tome en consideración
esta instancia y se lleven a efecto los trámites oportunos para que en
su momento pueda erigirse en Barcelona un monumento de la gran actriz catalana
Margarita Xirgu.
Dios guarde a V.E. muchos años.
Excmo. Sr. Alcalde
de Barcelona
Barcelona de de 1968>>



Fons Antonio i Ramon Clapés
Ángel
Zúñiga va escriure més tard aquests dos articles sobre Margarida
Xirgu, en els que al final confessa no haver trobat cap recolzament en erigir-li
un monument:
Margarita Xirgu (1): <<Cuando tanto se habla
de teatro y de intérpretes del pasado, que nunca se vieron, parecerá
discreto rememorar algunas de cuantas nos dejaron una impresión más
marcada y durarera. En mis años juveniles, cuando tanto podíamos
elegir, el nombre de Margarita Xirgu representaba, para mí, una cumbre
representativa. La vi mucho, tanto que, de poder, no me perdía ninguna
de sus creaciones. Constituía un deleite en su formulación dramática,
que no he vuelto a experimentar, salvo en el caso posterior de Emma Gramatica.
La
época era pródiga en presentarnos figuras de relieve, con perfiles
propios y muy personales. Existían conjuntos muy distintos. La temática
era amplia; los géneros, diversos. Desde su primera juventud, cuando se
había especializado, primero, en catalán y más ampliamente
en castellano, pasaron por su memoria infinidad de heroínas dramáticas,
para cuya finalidad poseía condiciones y técnicas extraordinarias.
Lograba esa vibración entre el escenario y las plateas, pese a un tonillo
peculiar, a cuenta de manejarlo con talento y con exigencias para sí misma.
El teatro estaba constituido entonces de manera muy distinta. El repertorio era
amplio. Se pasaba de noche a noche de una a otra obra, valiéndose de la
experiencia que daba semejante trasiego, el entreno en el entendimiento de aquellos
personajes necesitados tan sólo de una figura noble y humana para darnos
cuanto tuvieran de profundidad real.
La vi por vez última
en el Principal, en una obra amable, suave, melancólica, intranscendente
de García Lorca, "Doña Rosita la soltera o el lenguaje de las
flores", encaje de bolillos casero para una actriz que bordaba al realce
sus personajes escénicos. Me quedé entonces con muchos deseos de
conocerla. Una tarde, en el camarín de Rivas Cherif, director de la compañía,
cuñado de don Manuel Azaña, estuvimos departiendo con García
Lorca. Por mi mente, sólo pasaba el deseo de conocerla. El milagro de que
entrara en el cuarto no se produjo ni yo me hubiese atrevido entonces a pedir
su presentación. Nunca me ha gustado forzar las circunstancias. Hay que
dejar a la vida que siga sus corrientes a ver dónde nos llevan. Con Rivas
Cherif me escribí en un tiempo, cuando el estaba en la cárcel; al
salir, lo vi en Madrid, en Lara, donde dirigía una comedia de Benavente.
Más tarde, se marchó también a Méjico.
Tuve
que esperar veinte años para que se me diera, sin esfuerzos, tal posibilidad.
En mi primer viaje a Méjico, año 1957, hallé, con gran suerte,
que Margarita estaba actuando en "La casa de Bernarda Alba", de Lorca.
Fue un escritor emigrado Juan Tomás, quien preparó la entrevista
y comida. Tomás era un ser extraordinario y pintoresco, especialista en
circo. Al marchar a Barcelona, con el final de la guerra, dejó en el Ateneo
Barcelonés, sus libros teatrales. Yo le estaba muy agradecido. Era una
colección varia de la que nos aprovechamos entonces para nuestras lecturas
en el viejo caserón de la calle Canuda.
Curtida, rígida...
Fuimos
a casa de Margarita, donde se desarrolló una escena muy emotiva, con lágrimas
en mis ojos. Margarita no era mujer que se dejara llevar del momento, pero parecía
también conmovida por mi homenaje. Tomás reprodujo la escena en
la prensa mejicana. Vivía Margarita con su marido, Miguel Ortín,
gran persona, con quien mantuve contacto, hasta su muerte, en Barcelona. Ella
era una mujer muy seria, curtida por los años, por la lucha incesante que
el teatro representa. Era también un poco rígida, aunque se animaba
mucho cuando hablaba de su oficio, la escena.
Hablamos de todo,
un mucho. De sus temporadas en Goya, El Dorado, Barcelona, en el Español
de Madrid, donde la veía actuar en "Fuenteovejuna", de Lope,
logrando una Laurencia incomparable, de grito desgarrado en el apóstrofe,
brutal en el impacto directo que causaba. Su "Medea", también,
en el teatro Griego; luego, con García Lorca y Casona, las dos piezas nuevas
y fundamentales del teatro de anteguerra. Se olvida que Margarita, capaz de vivirlo
todo, incluso representó algún personaje quinteriano y las comedias
de Benavente, quien en una dedicatoria le prometió que ella estrenaría
su última obra. No pudo ser. Salomé, Zazá, Magda, Santa Juana;
otros personajes de Ibsen, Kayser; en fin, todo cuanto aportara un estremecimiento
para ser sabiamente dirigido.
Una escena de "Los fracasados"
de Lenormand (Goya), me ha quedado grabada vivamente. Representaban a un conjunto
de míseros comediantes, con ensayos de sus obras en el mismo escenario.
Margarita y Alfonso Muñoz debían hacernos comprender la mediocridad
de aquellas intérpretes. Rayaban en la genialidad, directa, triste, en
el dominio expresivo realizando con detalles minúsculos, agrandados en
su volumen por la composición humanísima de la atmósfera,
íntima y tribulada.
Margarita no quería volver
La
conversación en Méjico recayó en su posible vuelta a España.
Margarita ya no quería volver. Estuvo a punto de hacerlo, al terminar la
guerra mundial. César González Ruano, al enterarse, escribió
gratuitamente un artículo sobre y contra ella, totalmente negativo. Se
lo dije al escritor a los pocos días de aparecer. Creo que fuí el
único; tal vez, también Manuel Muntañola, otro fan, de fanático
como yo, de Margarita. Nadie sabe lo que circula en el fuero interno de cada escritor
cuando escribe una diatriba. ¡Cualquiera sabe!. Ruano era un maestro de
la pequeña crónica. Lo cierto es que mucha gente a quien la molestó
el artículo, lo veía en Sitges sin decirle nada. Siempre se espera
a aparecer un día mencionado en sus crónicas.
A
Margarita le irritó tanto que prescindió del viaje; para mí
equivocadamente. Creo, y así se lo dije, que su actitud y reacción
fue un error. Hubiera tenido enemigos, por la dichosa política que todo
lo envenena, pero allí estábamos nosotros para predicar sus alabanzas
y rendirle los tributos merecidos.
No hubo forma de convencerla.
Es lo malo que tiene la política; ahora se utiliza más que nunca,
con la aureola falsa que dan los partidarios, y que hacen forjarse ilusiones vacías
sobre las auténticas virtudes de tanta medianía. Una crítica
adversa no es nada ni hace daño. Alfilerazo breve, por muy hondo que atraviese
nuestra sensible epidermis. Tampoco la crítica de Méjico le era
ya favorable, como explicaré más tarde. Sucede que Margarita conocía
su realidad. No entendía, en cambio, la mala intención.
La
estancia en América, no una gira, sino quedarse a vivir, siempre es contraproducente.
Exige mucho, y no da nada. Una actriz realizada en si misma en tiempos de fulgor
teatral, necesitaba del calor efectivo que sólo se encuentra en sus propios
puertos. Prefirió quedarse en Uruguay, en su profesión de enseñanza
dramática. Fue, una auténtica pena. La hubiésemos querido
cerca de nosotros, y para nosotros>>

Fons Antonio i Ramon Clapés
Margarita Xirgu (2):
<<La conversación con Margarita, aparte de la política, se
centró en temas teatrales. Tanto en su hogar, como en el restaurante "Fokolare"
dimos muchas vueltas a la noria teatral. Un tanto también a los recuerdos
nostálgicos de otra época, cuando ella ocupaba un lugar único,
desde la muerte de María Guerrero, en la escena española. Había
interpretado en la capital mejicana "El zoo de cristal" de Tennessee
Williams: alababa mucho su condición poética. La crítica
mejicana, después de los años de exaltación política,
se mostró muy dura. Me había informado una dama española,
de Barcelona por más señas, de cuya opinión no podía
tener duda alguna. Muchas veces, cuando no siempre, los juicios quedan nublados
por las simpatías o antipatías personales.
La
realidad era que, en los tiempos últimos, Margarita Xirgu, quien nunca
tuvo excesiva salud, se mostraba en la decadencia. Le recordaba en los personajes
femeninos de mayor persuasión, así en "La dama de las camelias",
piedra de toque donde tropiezan ambiciones disparatadas. Siempre he creído
en la exigencia de un respeto para quienes han demostrado la dedicación
total en una profesión. Pocas pueden compararse a ella en calidad y competencia.
Si Eleanora Duse, la única capaz de expresar hondamente los más
extraordinarios estados de ánimo, dejó imposible para las demás
el personaje de Dumas, cuando menos nuestra actriz, con un imán muy femenino
y sin agresividad, la había rodeado de respetos. En París ni una
dama de las camelias con Edwige Feuillere, excesivamente metálica, sin
poesía, si se quiere, pero llena de una pasión concentrada. Es la
mejor Margarita Gautier que recuerdo.
Al día siguiente
de la comida fui al teatro a ver "La casa de Bernarda Alba". Me acompañó
un gran crítico mejicano, Armando María de Campos, con quien tenía
amistad desde mis tiempos barceloneses. Tampoco podía dudar de su palabra
ni de su opinión. Era un maestro de la historia teatral. Me advirtió
que me esperaba una gran desilusión. Me aferraba en mis recuerdos, en que
la presencia de Margarita reavivaría mis admiraciones más fervientes.
No fue así. Tenía razón. Fue una representación teatral
que deshizo mis ilusiones. Pasé unas horas terribles. Acabada la función,
entré a saludarla. Ella no se engañaba en cuanto a su auténtica
situación.
-Habrá usted visto que ya no estoy
para hacer comedias- me dijo de entrada.
-Por favor, Margarita... No me dejó
continuar.
-Le agradecería la galantería, pero sé contar
con mi realidad.
Hasta para juzgarse a sí misma era
inteligente. Entendí mejor entonces que su viaje a España, en el
deseo de ver a su familia, existieron otras razones no menos poderosas para evitarlo.
El famoso artículo que, según ella, se lo impidió la volvió
a colocar con fuerza ante la emigración. Su proyecto había causado
cierta impresión de que desertaba de su puesto.
Nuestro
mundo se halla demasiado agitado por la fuerza y la violencia. La violencia es
la fuerza misma manipulada con intensidad innecesaria y destructiva. Todas las
facciones se acusan, unas a otras, de crueldad. Creo que Margarita Xirgu debió
de ser siempre republicana. Al llegar la República, le dijo a un amigo
común, don Manuel Rocamora:
-Bueno, Manolo, ahora tendrá
usted que trabajar.
La etiqueta de ser república de
trabajadores creó ese ensueño. Entre sus trabajos de toda la vida,
don Manuel Rocamora ha dejado a la ciudad de Barcelona un espléndido Museo
de Trajes.
La República mimó a los intelectuales
que, como tantos otros políticos, resintieron la dictadura de Primo de
Rivera. La compañía de Margarita estrenó "La corona"
de don Manuel Azaña, ya en plena República; llevaba como director
artístico al cuñado del político famoso. Si "La corona"
no obtuvo en su estreno barcelonés, en el Goya, un éxito de público,
pese a las estridencias elogiosas de la prensa, siempre al servicio de quien mande,
recomiendo su lectura por cuanto está llena de inteligencia y sustancia.
Mucho antes Margarita había estrenado el romance de "Mariana Pineda",
heroína del republicanismo decimonónico y liberal. Original de García
Lorca y o mucho me equivoco, con decorados de Salvador Dalí. Cito de memoria
y sólo Dalí puede certificar la exactitud de lo que digo. Perdón,
si me equivoco. Mantenía la actriz una tradición liberal también.
Se le acusaría absurdamente de ello. Vivimos en época desastrosa.
Se colocan etiquetas fáciles y, en un enfrentamiento, peligrosas. Yo apenas
si creo en las víctimas. Para mí lo fueron aquellas juventudes sacrificadas
en el asalto a Teruel. Nos llegaban heridas de muerte al Hospital Militar de Vallcarca,
donde me hallaba, con los miembros congelados. Víctimas fueron también
los miles de millares que vi pasar por Figueras, en la derrota final, camino de
Francia. Se habla mucho de un equilibrio social, de la mejor distribución
de la riqueza, algo que me parece admirable. Nunca podremos repartir el talento,
la belleza, la salud o hasta la clase personal, incluso en un mundo sin clases.
Margarita Xirgu era, por sus talentos, un ser humano de primer orden.
No
la volví a ver más. Vino a Nueva York, meses antes de morir, para
dirigir "Yerma" en una Universidad del Norte del Estado. Un grupo, con
profesores de la Columbia, ideamos un plan de asistencia para homenajearla. Quedó
en proyecto por la dificultad del desplazamiento. Sólo asistió Francisco
García Lorca, hermano de Federico, casado con una mujer de talentos no
menos extraordinarios, hija de don Fernando de los Ríos. Enfermó
Margarita y, al pasar de vuelta por Nueva York, no pudo moverse de la cama. Sólo
vi a su marido Miguel Ortín, entonces vivamente preocupado.
Hace
años lancé la idea de erigir un monumento a Margarita Xirgu en Barcelona.
No encontré ningún apoyo necesario. Lo sentí muchísimo.
Creo que la idea es hoy más válida que nunca. Reconocimiento a una
mujer de excepción que supo elevar a nivel de categoría y calidad
la escena española>>.

Fons
Antonio i Ramon Clapés
El
diari "La Prensa" de Barcelona el 1970 va obrir una subscripció
popular pro-monument Margarida Xirgu, seguint el desig d'Alberto Closas el seu
deixeble. El monument es deia que es situaria a Barcelona.
Amb
data 10 de març de 1970 el diari "La Vanguardia" publicava el
següent article signat per Del Arco:
<<... -Pero
entendamos, con el estreno en catalán de "Visquem un somni" de
Sacha Guitry traducida por Joan Oliver ¿Intentas hacer negocio o lo haces
para apoyar el teatro en lengua vernácula, en la tuya?
-Mal
puedo ni siquiera amortizar en ocho únicas semanas el montaje de esta comedia.
Mi profesión de actor se la debo a doña Margarita Xirgu. La recaudación
total de esta noche de estreno la entrego para iniciar el monumento pro suscripción
popular que España debe a Margarita. El negocio en este caso no me interesa
en absoluto. Y si el revuelo que se ha armado con este estreno tonifica en algo
el teatro catalán, coloco mi primer grano de arena.
-¿En
el fondo, todo esto era ropaje que escondía la intención de un recuerdo
a la Xirgu?
-Desde el fondo hasta la superficie; para mí
la Xirgu es, además, el teatro catalán.
-¿Y
por qué no lo has dicho antes?
-Porque hubiera sido
especular con su nombre.
-¿Temías acaso que se
hubiera hecho, con su nombre, bandera extrateatral?
-No; para
mí la Xirgu ha sido la más grande trágica del siglo, del
teatro catalán y del teatro español. Esa es mi bandera y no quiero
que mi gesto sea interpretado equívocamente.
-Ya tenemos
tu granito de arena para ese monumento, ¿y hasta la última piedra?
-Tú
has visto el teatro. Cuanto significa y puede en la ciudad estaba ahí.
Nadie fallará en contribuir a hacer este propósito. Estoy seguro.
-¿Lo
has visto ya en tu imaginación, en materia definitiva?
-Mira;
unos días después de su muerte fuí expresamente a Montevideo
para llevar unas flores al cementerio. Pregunté: ¿Dónde está
enterrada Margarita Xirgu? Un empleado hojeó un libro y dijo: "La
123 bis". Llovía y, como en un film de Buñuel, llegué
hasta su tumba; una corona marchita con una cinta que decía: "La comedia
naciona uruguaya". Tapaba el 123 bis. Dejé mis flores sobre la losa.
Lloré. ¿Que cómo veo el monumento?; no lo sé. Pero
que sus restos los traigan a España y deje de ser el 123 bis.
-La
Xirgu no puede continuar siendo una cifra...>>

El
15 de març de 1970 el diari "La Solidaridad Nacional" publicava
el següent article:
<<Nuestro colega "La Prensa"
ha abierto una suscripción popular para construir un monumento en honor
de Margarita Xirgu. El actor Alberto Closas ha sido quien ha lanzado la iniciativa,
donando la primera recaudación de la obra "Visquem un somni".
Este primer donativo es de 75.000 pesetas, y el actor ha anunciado que añadirá
además las recaudaciones que se efectúen en la función extraordinaria
de "Flor de cáctus", que se representará en Buenos Aires,
y la que se recoja en Madrid cuando reaparezca en escena el próximo 10
de octubre. La catalana Margarita Xirgu ha sido una de las mejores actrices que
ha tenido el teatro español.
Alberto Closas ha declarado
que las razones que le impulsan a promocionar esta idea han sido la devoción
que siente hacia Margarita, a quien considera la actriz más trágica
de nuestra escena, y el haber sido él su alumno. Al tener conocimiento
de esta noticia, el director de Radio Barcelona ha comunicado que se une a la
iniciativa de "La "Prensa" de abrir una suscripción popular
pro-monumento a Margarita Xirgu.
Se espera que sean muchas
las aportaciones de los amantes del teatro y de los admiradores de la que fue
gran actriz>>

El
17 de març el diari "La Prensa" publicava el següent article:
<<La
idea del monumento a Margarita Xirgu ha sido aceptada con verdadero entusiasmo
en Barcelona. Hoy hemos querido conocer la opinión de un gran actor de
nuestra escena que comenzó su carrera al lado de la actriz catalana en
el año 1931: Enrique Diosdado.
-Todo lo que se haga
en su homenaje me parece justísimo. Creo que ha sido la actriz más
importante que ha tenido España en muchos años. Hizo una labor muy
española, pasear a todos nuestros autores por el mundo. Era impulsadora
de nuevos valores, además de genial intérprete.
-¿Cómo
se imagina el monumento a Margarita?
-No sé cómo
lo haría; ésto corresponde a las autoridades municipales. Pero,
desde luego, lo pondría en un lugar destacado de la ciudad. Margarita fue
una gran catalana. Si yo fuese aquí, en Madrid o en otro lugar de España,
propietario de un teatro, éste llevaría su nombre.
-¿Está
dispuesto a participar económicamente?
-Según
en que momento fuese -nos responde Enrique Diosdado con humor-. Supongo que lo
haríamos muchos -ahora ya completamente serio-. Estoy dispuesto a dar una
función y entregar mi parte de beneficios para este fin.
Otra
colaboración desinteresada, fruto del afecto, que se une a la idea que
ha recogido "La Prensa", de levantar un monumento en nuestra ciudad,
a la gran actriz catalana>>

El
periodic "Diario de Barcelona" publicaba en aquells dies, el següent
article:
<<Nuestro colega "La Prensa" que lanzó
la idea de perpetuar la memoria de la gran artista Margarita Xirgu, recoge diariamente
la opinión de alguna figura del teatro actual. Ayer fue precisamente Amelia
de la Torre, esposa de Enrique Diosdado que declaró:
-Me
unía a Margarita la admiración y la amistad. Tengo cartas suyas
de un mes antes de su muerte. ¿Cómo no me va a parecer bien la idea
del monumento? Es muy posible que en Buenos Aires o en Montevideo le dediquen
uno. Era muy querida allí.
-¿Dónde y cómo
le gustaría que se realizase?
-En Montjuïc, junto
al Teatro Griego. En una forma, claro que esto ya es cuestión del escultor,
en que se la viese a ella como intérprete de una de las muchas obras que
escenificó: "Medea", "Fuenteovejuna"... No sé;
hay tantas...
Y Amelia de la Torre se une al ofrecimiento de
Enrique Diosdado, de dar los beneficios de una función para que el recuerdo
de la que fue gran artista catalana quede perpetuado en Barcelona>>

El
24 de març de 1970 el diari "La Prensa" publicava el següent
article:
<<Sobre el monumento a Margarita Xirgu
traemos hoy la opinión de nuestro crítico de teatro don Antonio
de Armenteras, que precisamente se encontraba en Buenos Aires cuando murió
la actriz catalana.
-Creo que la idea del monumento es magnífica,
además de justísima. Por eso ha de llevarse a la realidad cuanto
antes, al calor de la sugerencia de Alberto Closas que "La Prensa" ha
recogido. Este acto constituye un motivo más de agradecimiento a Margarita.
Sin su ánimo y consejo, la escena española se hubiera visto privada
de uno de sus mejores intérpretes.
El señor Armenteras
vio actuar a Margarita por primera vez en "Marianela", de Galdós,
en Madrid, donde después de los grandes éxitos alcanzados en Barcelona,
confirmó su extraordinaria valía.
-Entre las
obras que interpretaba recuerdo, como mejores, aparte de la citada obra galdosiana,
"Doña Rosita la soltera o el lenguaje de las flores" de García
Lorca. La última vez que la vi en un escenario fue en 1935, con otra obra
del mismo autor: "Yerma".
-¿A quién
encargaría el monumento, y en que lugar lo situaría?
-A
Monjo, quien hallaría la forma de que el monumento expresara lo que Margarita
Xirgu representó para nuestro teatro. Creo que en la obra escultórica
deberían figurar bajorrelieves, reproduciendo las mejores creaciones de
la genial actriz. Como lugar, el más adecuado, en mi opinión, es
el Teatro Griego de Montjuïc.
Como hemos dicho al principio,
don Antonio estaba en Buenos Aires el día que Margarita murió. Pudo
comprobar el sentimiento que esta muerte produjo entre los argentinos. Aquella
noche, el teatro que lleva el nombre de la actriz y que forma parte del Centro
Catalán, celebró con crespones negros la función anunciada
de ilusionismo y magia.
-Debido al cariño que le tenían,
será difícil que los argentinos acceden al traslado de los restos
de Margarita, traslado que me parecería justificadísimo por la sensibilidad,
el españolismo y el amor a la patria chica de Margarita Xirgu>>
Los
ingresos para la suscripción pro monumento a Margarita Xirgu pueden hacerse
en la Agencia Urbana número 18, del Banco de Santander, calle Aragón,
185, esquina a Muntaner, en la cuenta denominada "Monumento a Margarita Xirgu".

El
següent article de "La Prensa" del 2 d'abril de 1970, signat per
José Luis Barcelona, deia:
<<... Todo esto me
lo cuenta Juan Lluch después de la entrevista con Alberto Closas en "Panorama
de actualidad". El tema de la conversación ante las cámaras
era el monumento a Margarita Xirgu. La idea lanzada por Alberto, ha tenido una
acogida espléndida. Dijo el gran actor que agradecía todas las colaboraciones
destacando su gratitud a "La Prensa" que "apoyó la idea
y apoyó la suscripción desde el primer momento.
"Es
necesario -añadió Closas- que los restos de Margarita Xirgu reposen
en España. Da mucha pena pensar que actualmente en su lápida sólo
figura un número. Espero la ayuda de todos. Mi entrega es total">>

El
16 d'abril de 1970 el diari "La Prensa" publicava el següent article:
<<El
presidente de la Sociedad General de Autores de España, señor Ruiz
de Iriarte, ampliando la iniciativa de nuestro diario de rendir un homenaje a
la eximia actriz, Margarita Xirgu, con la construcción de un monumento,
se ha dirigido al alcalde de nuestra ciudad, en cumplimiento de un acuerdo de
dicha entidad, solicitándole que dedique una calle a la memoria de la que
fue gloria del teatro español>>

L'abril
de 1970 "El Noticiero Universal" publicava el següent article,
signat per Galindo:
Margarita Xirgu y su recuerdo: <<El lector recordará
la emocionante sesión del Senado uruguayo en homenaje de la inolvidable
Margarita Xirgu, de cuyo fallecimiento en aquella República, el día
25 de este mes de abril, se cumplirá el primer aniversario. En "El
Noticiero Universal" dimos extensa cuenta de aquel tributo de simpatía
que le dedicó el más alto organismo de la República uruguaya.
El
buen recuerdo de la obra cultural y artística que dejó, queda de
nuevo patente con la noticia que transmite el diario "La Mañana",
de Montevideo, en su edición de 20 de marzo pasado, y que copio a continuación:
<<Con
el deseo de homenajear a la eximia actriz española Margarita Xirgu, que
luego de recorrer el mundo se radicó en nuestro país, al que le
dio lo mejor de su vida en beneficio del Teatro, y muy especialmente de la Comedia
Nacional, contribuyendo a formar varias promociones de intérpretes que
hoy ocupan destacado lugar en el teatro nacional, el intendente municipal, doctor
Rachetti, resolvió cursar mensaje a la Junta Departamental para designar
con el nombre de Margarita Xirgu a la Escuela Municipal de Arte Dramático>>
Noticias
particulares de allá me informan, además que está en vias
de ejecución una Plaza en Punta Ballena que recibirá su nombre y
que en el Museo del Teatro de Montevideo va a inagurarse una sala exclusivamente
dedicada a su memoria, en la que la mascarilla de San Martín figurará
en lugar central.
Estos actos póstumos a la memoria de Margarita Xirgu
nos llenan de emoción a los que tenemos presente su gran arte y a quienes
no alcanzaron a verla actuar, esos testimonios les convencerán que no es
el recuerdo del entusiasmo que hace parangonar a la eximia actriz con las más
grandes figuras de la escena.
Todo ello coincide con el bello gesto del actor
Alberto Closas, que con entusiasmo se ha lanzado a la campaña para que
la Xirgu reciba de la tierra que la vio nacer y a la que tanto amó el justo
tributo a que se hizo merecedora. Porque ella, en la escena catalana como en la
escena castellana, fue sencillamente genial y ennobleció con su arte representativo
las creaciones de los autores que representaba. Personalmente, como la mayoría
de mi generación (¡ay!, un poco ajada...), fui un entusiasta de Margarida
Xirgu, a la que vi por primera vez con su también primera gran creación
en "Joventut de príncep" y la última, hace 25 años,
en la ciudad argentina de Mendoza, con "La casa de Bernarda Alba". En
una había plasmado con maestría toda la frágil y dulce ternura
de la jovencísima enamorada. En la otra, el personaje rudo, reseco, fantasmal
creado por García Lorca... Contraste entre el albor y el ocaso de una vida,
entre la fe en el futuro y el desengaño de lo que vamos dejando atrás.
Para mi, todo un símbolo.
No se estimen como recuerdos nostálgicos,
sentimentalismos de tiempos añejos o espejismos producto de la distancia
del tiempo, si se afirma que la Xirgu fue uno de los más auténticos
valores de la escena española con proyección universal.
Repito
que me complace el acto de Alberto Closas al contribuir a despertar entre nosotros
el sentimiento de deuda que hacia la artista tenemos. Hago votos para que en esta
ocasión su voz no quede perdida en el desierto y que sepa Barcelona, en
representación de todos los pueblos de España, tributar a la gran
figura de Margarita Xirgu el recuerdo perenne que se merece>>.

Fons Antoni i Ramon Clapés
El
17 d'abril de 1970 el diari "TeleExpres" publicava el següent article,
signat per Sempronio:
<<... Especialmente emotiva fue
la postrera parte de la charla que Alberto Closas dio en La Peña "Carlos
Lemos", denominada "Mis recuerdos de Margarita Xirgu", al referirse
a la muerte de la actriz, a su visita al viudo, el actor Miguel Ortín,
y al peregrinaje bajo la lluvia, al cementerio de Montevideo, donde Margarita
hállase enterrada en una tumba anónima, señalada únicamente
con una cifra: 123 bis...
Closas describe circunstanciadamente
las atenciones que actores, autores y autoridades uruguayas tuvieron con la gloriosa
actriz; pondera de qué modo la atendieron en sus últimos días;
como la enterraron con todos los honores. Una inmensa ola de afecto que todavía
perdura. Ahora, con motivo del aniversario de su muerte, van a dar el nombre de
Margarita Xirgu a una Plaza de Punta Ballena, localidad donde murió: van
a denominar "Margarita Xirgu" la Escuela Nacional de Arte Dramático,
al par que en el Museo del Teatro le dedican una Sección, presidida por
la mascarilla que le hizo el escultor Zorrilla San Martín.
-Sin
embargo, agradeciendo de manera conmovida esta piedad de los uruguayos, yo estimo
que los restos de Margarita Xirgu deben ser traídos a su tierra, que la
actriz debe descansar su sueño definitivo en Badalona, pueblo que le vio
nacer -apuntó Closas.

Primero
el silencio emocionado, después una ovación encrespada, proclamaron
la adhesión de la concurrencia>>
Alberto
Closas es va confondre amb la ciutat on havia nascut la Xirgu. El monument no
va ser començat el 1970 i menys a Montjuïc, ni al Teatre Grec ni on
avui hi ha la Plaça Margarida Xirgu, l'antiga Plaça del Mercat de
les Flors. Aquest monument mai es va fer. Dels diners dipositats en el compte
pro-monument, no se'n sap res.

Plaça Margarida Xirgu. Barcelona
Molt
més tard, en un angle de l'edifici gòtic de l'antic Hospital de
la Santa Creu, i quasi al davant del Teatre Romea a la plaça Canonge Colom,
l'Ajuntament de Barcelona va col·locar l'any 1988 una escultura abstracta
d'Eudald Serra en memòria de Margarida Xirgu.
Monument d'Eudald Serra en memòria de
Margarida Xirgu
àlbum
de fotos
XAVIER RIUS XIRGU
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